L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church

Taresa aplaudió con entusiasmo las actuaciones, y luego volvió a esconder las manos entre los pliegues de la falda como hacía siempre. Menos mal que había tanta gente hablando, yendo y viniendo, cada ...

Tranquilizada por la sonrisa del caballero, tomó asiento.

-Muchas gracias, señor de la Barca. Me alegro de que os acordéis de mí. Si le digo la verdad, me siento tan perdida aquí, tan pequeña... No ...

Taresa ya no sabía a dónde mirar: el interior de la iglesia era soberbio, y todos los asistentes se habían esforzado en ponerse sus mejores galas. Deseó ser como aquel monstruo que, a decir de los ant ...

Con la cabeza apoyada en la mano, Taresa observaba el bullicio de Ostia mientras se ponían en marcha; con la otra apartaba la cortina del carruaje. Le pareció que si la ciudad portuaria hubiera sido u ...