L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church

[Hermerico]

Un mozo vestido a la moda romana, en paño gris, llegó a la Villa Borghese. Su rostro permaneció inexpresivo durante todo momento, como si viese villas de aquella clase tres veces por semana. A lo mejor lo hacía. En su pecho, bordado en prieto hilo negro, un cáliz y un bocado daban discreta cuenta de a quién servía. Y, si no, bueno, uno siempre podía mirar la xilografía que decoraba el exterior del billete que traía consigo, en sustitución de los habituales y aparatosos membretes y sellos de lacre. No había mucha gente que usase un armiño sosteniendo un cáliz como emblema.




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Cuando se le permitió, entregó la carta que le habían entregado en el Palazzetto di Sisto, no hacía demasiado.




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A Su Eminencia, Felipe Álvarez de Toledo, Cardenal-Obispo de Santa María Rotunda et cӕtera, Primo, Confío en que mi misiva os encuentre sano de cuerpo y espíritu y elevado de ánimo. Sé que habéis tenido que retiraros del mundanal ruido en más de una ocasión, confío que por motivos espirituales más que temporales. Lamentaría oír que padecéis por causa alguna. En cualquier caso, hace mucho que no coincidimos. Entiendo que nuestras vidas discurren en lugares a menudo lejanos y que en Roma ni vos sois vos ni yo soy yo. Y, sin embargo. Los viernes, al toque de Sexta, suelo hallarme en los Baños de Appias, en el Campo di Marzio, no lejos del puente de Sant’Angelo. Se trata de una casa con buena reputación, y su dueño, Luciano Corelli, es hombre de fiar. Bueno, todo lo de fiar que puede ser un veneciano. Nadie podrá recriminaros ir a tomar un baño, y podremos hablar tranquilamente. Hay un asunto que me gustaría departir con vos. Creo que os sorprenderá. Hacedme la merced y, si acudís a la cita, traeos al Duque de Oropesa. Sé que sufre lo indecible sin mi presencia en su vida. No le digáis, eso sí, que se trata de unos baños: el viejo tiene pavor al agua y se niega a tomar baño alguno, supongo que ya lo habréis notado. Y, si lo descubre, decidle que no es necesario que se moje en absoluto. Recibid un caluroso saludo. Xacobo da Lúa, Marqués de Gondomar y las Islas et cӕtera




Cumplida su misión, el adusto mensajero encaminó sus pasos de vuelta a la ciudad. No era una misiva que esperase una respuesta.

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☽︎ Xacobo da Lúa, Marqués de Gondomar y las Islas et cætera. || Ανοιξη νίκη!|| Royal Ambassador of Castile-León in Rome ☾