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[ESP]El Libro de las Virtudes - Historia de Colágeno

 
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Kalixtus
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MessagePosté le: Jeu Sep 14, 2023 3:26 am    Sujet du message: [ESP]El Libro de las Virtudes - Historia de Colágeno Répondre en citant

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Kalixtus
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MessagePosté le: Jeu Sep 14, 2023 3:30 am    Sujet du message: Répondre en citant

Citation:

    Capitulo I - El Oráculo de Troya

    - Yo, Colágeno de Megara, fui testigo de acontecimientos extraordinarios tantas veces durante treinta años de campañas militares, siendo ayudante de campo en el ejército de Alejandro, que puedo afirmar que ya muy pocas cosas me sorprenden.
    Está bien, ¿por qué los novatos me apodan “Diógenes de las falanges”?

    Sin embargo, cuando nuestro príncipe decidió salir en busca de la mítica ciudad de Babilonia, sólo teniendo en cuenta los consejos de aquel viejo filósofo loco quien la había visto en un sueño, ahogué un grito de terror, escondido tras una columna con Calístenes (sobrino del sabio) que rozando con los dedos de los pies una alfombra persa, dijo:

    - ¡Tendré tu piel, Darío!
    Así todo quedó dicho...

    De ese modo una mañana de primavera cuarenta mil soldados partimos a perseguir nuestro sueño formando un arco que se extendía en dirección a oriente.

    Alejandro cruzó el Helesponto y, atesorando las historias de Homero con que Aristóteles le había llenado la cabeza, se había concentrado en meditar sobre las ruinas de Troya.

    La puesta de sol iluminó el oro que había en los restos de musgo de las murallas y una extraña tranquilidad llenó el ambiente.
    Mientras el príncipe buscaba entre las sombrías lápidas salientes del campo de la Gran Ilion vestigios del gran héroe de cuna (literalmente sobre los talones de Aquiles) el filósofo, su sobrino y yo nos sentimos atraídos por un canto ahogado que rompía el silencio.

    En un círculo de piedras, algunas personas permanecían de pie petrificadas por la Pitia, como rocas que habían sido izadas por un canto que desafiaba la razón. Donde nosotros estábamos, el sacerdote pareció despertar de un sueño y nos dio la bienvenida en estos términos:


    “Extranjeros, desde hace días el oráculo anuncia su llegada, formulen la pregunta que les atormenta y Dios, a través de la boca de Enone, se dignará a iluminarnos".

    Luego entregó al oráculo agua y hojas de laurel para que las masticara.
    Todos los participantes portaban un amuleto en el cuello realizado con tres metales.

    Aristóteles, turbado, tomó la palabra:

    -Entonces ¿Cuál es el objetivo final de mi búsqueda?

    Enone durante el crepúsculo repitió su canto agudo y agitado:

    “entra en trance entre fuertes asas, baila trascendentalmente”.

    Calístenes preguntó: - ¿Qué dice?

    -Nada, está preparándose.

    Pero, poco a poco, la enigmática verborrea se convirtió en algo ininteligible.

    Citation:
    "Tres, dos, uno, encuentra el origen ...
    En Troane, estate atento, se llega a la tercera casa del hijo, cerca de los hijos de la primera Daisane.
    Finalmente, allí yace el primogénito Oane, Elegido heraldo del Altísimo"
    .


    El sacerdote asintió con la cabeza mientras Aristóteles observaba con deferencia a quien le traduciría:

    Citation:
    -"Tu viaje comienza aquí, en Troane, la tercera ciudad de los hijos de Oane. Más allá, en Oriente, busca Daisane. Allí encontrarás la segunda clave del trayecto que, continuando hacia el este, te llevará a Babilonia, la ciudad del primer humano creado por Dios. Entonces serás el mensajero divino”.


    Se pasaron la noche especulando sobre el enigmático mensaje y la identidad de este Oane que había participado en la construcción de la mayoría de los idiomas del mundo conocido.

    Los extraños adeptos encontrados en las ruinas nos abandonaron y se entregaron a la oración en los alrededores de nuestro campamento.
    Las revelaciones nos turbaban aún al día siguiente y cuando todavía tratábamos de resolver un par de enigmas, se nos enfrentó a Arsites, el general persa.

    El resultado de esta refriega se tornó favorable a nosotros cuando Aristóteles propuso al príncipe que esperase a hacer el asalto final en el momento en que el sol estuviese a nuestras espaldas. Los persas, deslumbrados por el sol que ya estaba de frente a ellos, como veían mal a sus oponentes, perdieron la ventaja de su posición.

    Como consecuencia de ello los macedonios pudieron cruzar la línea triunfantes.


    Traducido por la hermana Xana de Pendragón
    Revisado por Casiopea


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MessagePosté le: Jeu Sep 14, 2023 3:31 am    Sujet du message: Répondre en citant

Citation:

    Capitulo II - La gran biblioteca de Angora

    Nosotros tomamos el camino hacia Gordión. Siguiendo a los ejércitos que avanzaban formando cuatro columnas (los de la cabecera caminaban a continuación de quienes portaban las banderas) y levantaban el polvo a su paso caminaba un grupo de peregrinos que buscaba a Aristóteles (a quien llamaban “el Espíritu”).

    Al grito de “Dios está con nosotros” sus filas se engrosaban día tras día habiendo ya aumentado al entrar en el grupo el clan de Wilusa o la tribu de Lukka de Licia.

    En la patria del rey Midas, Alejandro Magno (adicto a los desenlaces con espada) no acertó con su predicción y al día siguiente llegamos a Angora, lugar que fue sometido sin luchas con la condición de que el ejército no entrase en la ciudadela.

    Pasado el recinto de las murallas (atravesadas por cuatro puertas monumentales) la ciudad se erguía coronada por el palacio real.
    Al pie de la necrópolis se encontraba la Gran Biblioteca, razón por la que nos encontrábamos en aquel lugar.
    Enone (pegada a las sandalias de Aristóteles) nos había revelado la existencia de un manuscrito que se encontraba allí y que mostraba el camino hacia el pueblo original.

    Detrás de las columnas de bronce de la galería el ambiente lleno de humo y el ritmo frenético no dejaba de sorprender.
    En la sala de lectura de las prácticas de las artes adivinatorias fuimos testigos de algunas escenas inusuales:

    Un adivino recostado sobre una taza descifraba el destino en los posos de café de un vecino avergonzado. Un nigromante consultó nuestro futuro interpretando la disposición que tomaban unos huesos lanzados violentamente sobre un atril, mientras que un agorero recorría dudosamente el futuro por las entrañas de un pollo que reposaba sobre un escritorio.
    Inclinados sobre los restos del ave, Calístenes y yo manteníamos una visceral disertación cuando Aristóteles, con un golpe seco, nos arrancó de aquella dudosa contemplación.

    En el centro de la parte más oscura del museo, entre polvorientos archivos, bestiarios fabulosos, tablillas de arcilla, galimatías, grandes volúmenes y opúsculos, se encontraba el famoso manuscrito. El filósofo, emocionado, se apoderó de él y leyó:[/i]
    Citation:

    El pueblo del primer ser humano cuando se exilió se movió del este hacia el oeste alineándose con la trayectoria del sol. Cuando alcanzó una meseta fértil, defendido por las estribaciones de una cadena de montaña, se encontró que una veintena de arroyos además de un río lo regaban.
    El primogénito dijo a sus hijos: “Estoy cansado de vagar desde hace lustros, así que vamos a establecer el campamento en este lugar”.
    De repente el cielo se oscureció, un rayo partió las tinieblas a la mitad y dijo una Voz:

    “Hombre de poca fe, elige entre el agua, el fuego o las langostas. Aquella que escojas será la plaga por la que, una vez más, serás puesto a prueba por Dios”.

    Entonces señaló el oleaje tumultuoso que fue llamado “Daisan” y decidió ser sacudido por esta desgracia para que ningún hombre jamás olvide temer al Todopoderoso.
    Pregunta a tu padre y te lo dirá, pregunta a sus antepasados y te lo mostrarán.

    ¿Y por qué escribe el escritor? Porque de ahora en adelante quedará una parte de nuestro castigo para las futuras generaciones... ¿Así ellos mismos temerán y dudarán?


    Como cuentan las crónicas, Daisan era el nombre del afluente del Eufrates en torno al cual el pueblo fundó la ciudad de Edesa.

    Traducido por la hermana Xana de Pendragón
    Revisado por Casiopea


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MessagePosté le: Jeu Sep 14, 2023 3:32 am    Sujet du message: Répondre en citant

Citation:

    Capitulo III - La Tribu de Abraham

    Las cohortes de soldados y sus partidarios se mezclaban en el camino hacia Ur impulsados por la gran búsqueda y sus penachos brillaban como astros incandescentes iluminando peligrosamente el horizonte.

    Desde entonces el filósofo, resignado y sometido al plan del Altísimo, se había puesto las vestiduras del profeta asumiendo su responsabilidad. En cuanto a su sobrino y a servidor, nos convertimos en sus guardaespaldas.
    Por debajo de las áridas laderas del Monte Tauro el pueblo de Ur advirtió la llegada de Aristóteles y sus habitantes fueron a recibirlo en barcas llenas de flores. De ese modo terminó su viaje navegando sobre las olas de color esmeralda del río Daisan.

    El oleaje del río mecía con violencia a Calístenes quien jamás había visto en las riberas de un río tantos colores (ni los signos de bienvenida de sus pobladores en los accesos de la ciudad) sino solamente el fondo húmedo del casco esculpido por sus uñas.

    Paseando por la fortaleza me sorprendió ver a los sacerdotes sumergiendo la cabeza de sus hermanos en el agua de las enormes piscinas ejerciendo un ritual, como poco, perverso. Allí los ajusticiados se aglutinaban llenos de alegría. ¿Podéis creerlo?

    Lo más extraño fue ver a Aristóteles presentarse humildemente para soportar la misma tortura. Al principio creí que lo hacía para refrescarse, ya que el calor y la humedad eran intensos, pero verdaderamente había perdido la cabeza.

    El sacerdote con lágrimas en los ojos se dirigió a Dios como si fuera la primera vez:

    - "Dios Todopoderoso acepta a Vuestro hijo que ha tomado libremente la decisión de abandonar su fatal destino animal y que está de acuerdo en renacer con el Altísimo”.

    El orden de los acontecimientos posteriores no está claro, pero sabemos que los enormes peces del lago rodearon a los dos hombres, hundiéndose, nadando de un lado a otro y generando un caos inmenso al saltar en todas direcciones. Entonces todas las personas que allí había se pusieron de rodillas, ya que se encontraban ante carpas sagradas.

    Más tarde nos explicaron que eran milagrosas y que su nacimiento se produjo cuando Nemorod arrojó un brasero ardiendo desde lo alto de la ciudad a Abraham. Las carpas hicieron brotar la fuente de Callirhoe de la cuenca salvando así a su antepasado de las llamas. Desde entonces permanecían en el agua y eran veneradas por todos.

    Los peces, de repente, detuvieron su danza caótica, formaron un círculo perfecto (tan perfecto como el dibujo que forman los astros alrededor del corazón de la creación).

    A la vista de este prodigio los descendientes de Abraham y los macedonios se fundían en abrazos, los soldados gritaban:

    -“Edessa", "Hermanos, estamos unidos"

    Cuando las emociones se calmaron, el gran sacerdote marchando hacia Harran (donde reside el gran sabio de la tribu) dijo:

    - "Vamos a compartir con vosotros nuestro secreto porque así es como los hermanos se reconocen”.

    En el gran templo de Harran, el sabio anciano de la barba frondosa parecía estar esperando a sus huéspedes. Los ojos de todos parecían salirse de las órbitas cuando lanzó su revelación.

    Citation:
    "En aquellos tiempos, cuando el pueblo del Altísimo huyó de la ciudad original, Dios tuvo piedad de nuestros antepasados durante su éxodo y ofreció la piedra de Oane a la tribu de Ananías Mhour. Sin embargo, la escritura de la tabla se convirtió en algo incomprensible para todos los ojos.

    Dios otorgó el escudo de la alianza a aquellos que decidieron seguir al sol en su curso, con el fin de que no cayese en el olvido el pacto que habían firmado. De la esfera de tres metales -compuesta por plata, bronce y oro- la leyenda cuenta que sólo el verdadero mensajero de Dios podrá descifrar la profecía inscrita en el centro del disco, ya que el oro es tan puro que cualquier otro ser humano quedaría ciego al tratar de leerlo”.

    El profeta se secó la frente con discreción murmurando:

    - "Se dice que Homero era ciego, ¿llegará a decirse lo mismo de Aristóteles?"

    Tras muchos días de fiesta y oraciones era el momento de retomar la investigación. Estrechos vínculos se establecieron entre Uraïtes y los soldados. Por otra parte, muchos soldados se comprometieron a volver para disfrutar del descanso del guerrero.

    Desde la luna los condenados podrían distinguir la amplia comitiva ininterrumpida de humanos marchando hacia el descubrimiento de la profecía.

    Traducido por la hermana Xana de Pendragón.
    Revisado por Casiopea.



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