L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church

[Tadeita]

Había tantos invitados, que la ceremonia avanzaba lentamente, estaba haciendo acto de presencia la comitiva real, se escuchaba un leve murmullo en la sala, todos esperabamos impacientes...

No sabría decir si hacía calor o yo lo tenía, , así que recurrí a un pequeño abanico traído de Portugal, lo saqué, lo abrí muy despacio, comencé a abanicarme muy lentamente, de forma pausada, hasta que lo cerré igual de despacio... volví a guardarlo... quizás no hiciese tanto calor como yo pensaba...

[Urania]

Encantada, señorita Alodia, Alman me habló mucho de usted en el pasado, algo relacionado con un sapo y otras mascotas. Perdone que no me levante a saludarla, pero es que estoy muerta... del cansancio del viaje, se entiende.

[Vladie]

Sí, encantada dices... encantada estabas cuando nos robaste la poción azul que era regalo de bodas de Alodia y te encerraste en el almacén con .... junto al Dioni...

Respondió Vla a la heroína de guerra, alias "máquina de matar", Urania. La de Baeza saludó a la jefa del moro y no tardó en imaginar la fortuna que llovería sobre el matrimonio si el vago estaba currando de nuevo para una Corona. Jefa, no me estrese al moro y recuérdele que está bajo estricta dieta de estéreos de leña.

La gente iba acomodándose, no muy cerca del grupo pues las muletas de Uri amenazaban "involuntariamente" a todo el que se acerque, cuando la mora recordó que debía hacer algo de suma importancia.

Si me disculpan, vuelvo en 10 minutos. Es que entre el largo viaje, las cervezas y que esto va a durar....

Con la excusa de su vejiga pequeña Vla salió a respirar el aire puro de Roma junto a la mora, vigilando cuidadosamente que lo recaudado por su esposa no fuera a parar a los bolsillos de la prole del Piedras.
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[Rose_de_anthares]

Mientras avanzaba del brazo de Yuste pudo observar a su madre. Caminaba más lento de lo normal, muy poco sonriente. Ella podía notar que algo pasaba.
Miró el rostro de Yuste y le sonrió, tomó su mano contra la suya y le pidió detenerse, se giró y pudo ver que llegaba su tía Zafiro en compañía de Ioswi.

Por favor, sepa disculparme un momento Yuste -le dijo mientras dejaba su brazo y tomando su vestido fue hasta donde su tía.

Tía, mi madre no se ve bien. ¿vamos a verla antes de ingresar a la Basílica? quizás necesite reposo, bien sabes que ya está a tiempo.

La miró y espero la pronta respuesta de su tía.
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¡Gloria eterna a los Héroes y larga vida a los seres anónimos!

[Alodia]

Alodia estaba boquiabierta. Hixem había desvelado su identidad ¡y en Roma! Y ¿qué demonios mormoteaba de Nápoles? Seguro que la había líado otra vez. Pero su educación venció a la furia y atendió a las presentaciones.

- Urania, encantada de conocerte. No habíamos charlado nunca, aunque habíamos coincidido en otros actos. Vladie ¡qué alegría verte de nuevo! Últimamente estás muy viajera, pero tus pasos no recalan en Zaragoza, cuando vengas, pasa a verme, tomaremos un buen caldo que nos servirá este inútil que tienes por marido. Y Yaiza ¿qué tal se encuentra?

Alodia observa el sobresalto de Jaime al nombrar a Yaiza, su carraspeo nervioso y los gestos cuasi epilépticos que le hace a Almansur. Este tampoco parece muy tranquilo y Alodia se teme lo peor. No sabe por dónde puede estallar el asunto, pero está segura de que hay gato, perro o sapo encerrado.

- Tú, moro sarnoso. Estoy segura de andas tramando algo y más te vale comportarte en la ceremonia, en la fiesta y en tu estancia en la ciudad. Trata a tus mujeres como es debido y ya hablaremos cuando volvamos a Zaragoza. Por cierto, que este compinche tuyo no sé qué ha hecho, pero está alarmantemente inquieto.

Y mirando a ambos seriamente les espetó:

- Os advierto, quiero que Anzo tenga una coronación acorde con Sorkunde. No voy a pedirla acorde a él porque entonces sería una locura. Así que comportaos que formáis parte de la comitiva real de Aragón.
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[lady_Safiro]

Safiro estaba charlando tranquilamente con Ioswi, disfrutando de la recepción antes de entrar en la Basílica, cuando vio que su sobrina Rose se acercaba. Enseguida notó que algo ocurría porque el rostro de su sobrina parecía preocupado. Al escucharla el sentimiento de alarma se acrecentó en Safiro: ¿y si a su hermana se le adelantaba el parto? Intentando disimular la preocupación para inquietar demasiado a Ioswi se dirigió a Rose:

¿Dónde está, Rose, dónde? Ay, a ver si con tantas emociones el parto... Sí, mejor vayamos con ella a asegurarnos de que todo esté orden y quedarnos más tranquilas.

Después se volvió hacia su querido Ioswi: le apenaba dejarlo solo, pero sería por poco tiempo y él sin duda lo entendería:

¿Nos disculpas unos minutos, Ioswi? Al parecer Volvoreta tiene mala cara y está tan avanzado su estado... Quiero ir a ver cómo está mi hermana, sólo para quedarme más tranquila. Volveré pronto, no me añores mucho, amor.

Después se fue con Rose al encuentro de Volvoreta, para ver cómo estaba y si necesitaba algo.
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[ric50]

Mientras esperaba que la ceremonia empezara, Ric no podía dejar de mirar las cristaleras de la catedral, se preguntaba donde podría ser fabricado aquel cristal multicolor, que al reflejo del sol dejaba ver hermosas escenas religiosas, las esculturas, las bobedas y los arcos de la catedral, estaba maravillado, con tanta belleza, disfrutaba cada instante, porque sabia que jamás volveria a tener una oportunidad como aquella….

Ric escuchaba a su hermana con atención, cuando le iba diciendo quien estaba, y donde, la veía tan entuciasmada, se sentía feliz de verla a ella tan feliz……

En ese momento llego Miperiki, a pesar de la perdida de su mujer, mi madre adoptiva, su padre se le notaba que siempre había sido y sera un hombre distinguido, con gran porte, todo un caballero, Ric se preguntaba si algún dia podría ser como el, no era su padre carnal, pero lo tenia como modelo de hombre a seguir desde el momento que le dio un apellido, una casa y una familia

Le extendió la mano a su padre, estrechando la de este “Hola Miperiki, siéntese aquí al lado de Vicky, hay sitio para uno mas, yo me sentare a su lado, como se encuentra?”

Conversaba amenamente con su Padre y su hermana, y saludaba con una reverencia a todos los conocidos y los no conocidos con una reverencia, y se fijaba en la belleza de las damas que llegaban y no conocía, tanta belleza junta le abrumaba, pero para él su hermana Vicky era la mas bella……

Se quedo pensativo……………..

[Manrique]

- Aun no pequeño... - dijo ella, mientras acariciaba su piel. Mis manos notaron las suyas separadas sólamente por una delgada membrana, incluso adivinando una sortija entre sus dedos.
Pensé en la alegría que me daba concediéndome estos momentos, sentir su sentir, plañir sus sufrimientos, contentarme con sus muchos buenos momentos, cansarme con su agotamiento...
Y en unos de esos momentos vi a través de sus ojos, notando su contemplación sobre mi padre y pensando en su amor durarero, un fruto reciente del cuál era yo. Algunos momentos después ya no era consciente.

Recuperé la conciencia en un entorno de quietud absoluta. Me hicieron falta varios movimientos para lograr avisarla de que una nueva jornada llegaba. Las sensaciones que recibí, no obstante, me parecieron notar un agotamiento resultado quizás de movimientos inconscientes por mi ser.

Suaves arrumacos oíanse.

Después de un tiempo, posterior al incorporarse, durante un buen rato la voz de mando llenó la estancia dirigiéndose a terceras personas.

Movimientos poco ágiles para llegar a un traqueteo constante que nos dirigía a una zona bulliciosa. El cese del traqueteo vino seguido de unas palabras dulces de ella y otras tantas hacia ella.
El calor comenzaba a hacer acto de presencia, junto al ruido de voces y vítores. Sin duda este debía ser el punto más concurrido de la Tierra y en el se celebraría seguramente un acto celebérrimo.
La presencia de personas muy importantes para nosotros no se hizo notar, primero en posiciones azarosas, luego colocadas en la vanguardia y en la retaguardia. Voces conocidas y familiares.
Y como si pasáramos por un portal milagroso, el calor y la sensación de turba dio paso a una paz y a un ambiente fresco que hizo que el agotamiento preliminar se viese amortiguado en un primer momento.

Preparado para cualquier cosa, busqué la posición más cómoda para sentir a través de ella.
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[Eduardo_de_laguna]

Roma, el corazón de la Iglesia.
El Arzobispo de Valencia se encontraba ante las grandes puertas de la Basílica de San Tito, el templo más grande de Occidente.
En la cima de la escalinata esperaba, custodiado por una corte de prelados y sacerdotes, a que el Rey de Aragón hiciera aparición con su séquito.
En el interior de la Catedral se escuchaban los murmullos de los invitados, que esperaban impacientes a la apertura de las puertas.
Eduardo lucía imponentes vestimentas. La capa pluvial de la tela denominada damasco, era de un blanco impecable, igual que la mitra, el alba, las estolas y los guantes. Todas las piezas decoradas con lujosos bordados en oro.
El Sol reflectaba en la efigie del prelado, que sostenía con firmeza un báculo de madera finamente tallada y bañada en plata.

Pronto apareció el Rey con la familia real y el séquito. El de Berasategui había elegido unas vestimentas casi idénticas en color y majestuosidad a las del Arzobispo.
El futuro monarca de Valencia, que vestía habitualmente de negro o de colores oscuros, lucía esta vez una magnifica vestimenta blanca, presumiblemente de seda, bordada con hilo de oro. Destacaba el ferreruelo decorado lujosamente.

Les separaban unos metros. El también Duque de Segorbe avanzaba, y presintió que con cada paso, ambos se ponían algo más nerviosos, pero lo disimulaban con empeño.
No dejaba de ser curioso que el mismo día que uno accedía al trono, el otro lo hiciera a la Primacía.

Finalmente Anzo ascendió la escalinata, quedando a un peldaño del Prelado.
Eduardo de Laguna asintió ligeramente y su secretario se acercó por su izquierda, con los fueros del Reino de Valencia, y los ofreció a Don Anzo, quien de inmediato puso su mano derecha sobre ellos.
El Primado alzó la voz y dijo con solemnidad:

_Majestad, ¿juráis ante Dios y por los textos sagrados, y a todo el pueblo de Valencia, guardar y hacer guardar sus Fueros, franquezas, derechos y buenas costumbres, y que no sufran sino engrandecimiento de los mismos, así como no enajenar tierra valenciana alguna a señor extranjero, y reinar y gobernar con sabiduría, justicia, prudencia y entrega vuestro Reino, velando por sus intereses?

Con la mirada clavada en los ojos de quién regiría el futuro del Reino, esperó la respuesta.
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[Anzo]

Mañana de fausto y opulencia, la escena que se estaba produciendo era digna del más bello lienzo, de un sinfín de pinturas y tonalidades, el Rey y el Arzobispo, uno frente al otro, ambos reflejando el albar y áureo de sus ropajes, tras el primero la familia real, su mujer la que más cerca, con un precioso vestido turquesa del que pendía una majestuosa capa que portaban sus damas. Seguían a su esposa los hijos que le había dado, sus nietos, nuera y otros parientes con su respectivo servicio. Los carruajes habían quedado ya vacíos. En el lado opuesto, acompañando a Eduardo, los prelados de la Iglesia, ministros del Señor que habían tenido a bien acudir a la ceremonia, algunos para auxiliar al oficiante. Entre ellos distinguió a los Cardenales Tanys y Dunpeal, el primero un gran amigo de la familia, el segundo parte de ella, al igual que Roger, el Obispo de Lleida, y supuso que allí estaría Turi, encargado de la diócesis de Osma. Como marco, la imponente basílica, entre sus columnas estaban ellos, la puerta y Anzo, confrontados, les separaba el Arzobispo y un juramento.

Su gesto se tornó serio, finalmente su alegría sucumbió ante los nervios, y para disimularlos recurrió a una expresión severa. "Relájate", se decía, fueron un alivio las palabras que poco antes le había regalado su señora, "El Altísimo así lo ha querido mi amado y hoy vais a recibir su bendición". Si es Su voluntad, cúmplase. Con la mano sobre los Fueros miró a los ojos al Primado y dijo con vehemencia.

Lo juro.

Temía que se le quebrara la voz, pero no fue así. Templanza, ésa era su gran virtud, y de ella había hecho buen uso hasta el momento. Quedó a la espera.

[Myrnia]

Myrnia estaba en la basílica aguardando el comienzo de la coronación. Había visto a Lordlency y a Jaime, pero estaba perdida en sus pensamientos. Una carta de Portugal había llegado y por ella sabía que su amigo Araj había renunciado. Acompañada de Jon, a quien había comenzado a apreciar en los últimos días, esperaba la entrada de Anzo, su primo, que sabía que era merecedor de la corona que iba a recibir.


Myrnia was in the basilica awaiting the start of the coronation. She had seen Lordlency and Jaime, but was lost in her thoughts. A letter from Portugal had arrived and she knew that her friend Araj had resigned. Accompanied by Jon, whom she had begun to appreciate in recent days, she wait the entry of Anzo, her cousin, who she knew it, was worthy of the crown that he was ready to receive.
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[Pampita]

Pam como los demás espectadores, miraba como la gente hacía su ingreso, las damas con sus mejores atuendos , los caballeros finamente engalanados ... intentaba memorizar cada cosa que sucedía , las pinturas que cubrían los techos y paredes de la Catedral, todo lo ahí presente.. ahi pronto ingresaría don Anzo a coronarse.
En su mente Pam quería inmortalizar como si fuera una pintura al óleo, cada instante vivido.. recordar para los días postreros cada imagen , cada color.....sabía que estaba a punto de vivir el momento en que las generaciones futuras harían su historia y ella estaba ahí., la emoción la embargaba..tenía ganas de llorar , pero se contuvo, no podía darse el lujo de flaquear delante de tantas personas, debía ser fuerte, aunque tímidamente dejo deslizar una lágrima de las tantas contenidas. Miraba entre la multitud rostros conocidos , saludaba con mucho nerviosismo a quien se iba ubicando en el recinto.

[Tepuli]

Tepuli llegó a la Basílica acompañado de su noble y fiel amigo Chencho, se acercó para felicitar a su amigo Ganzo y le dijo:

Mi querido Ganzo, es todo un placer acompañarte en esta ocasión tan especial, me da mucho gusto que esta ceremonia se realice en esta Taberna y en compañía de las mujeres exóticas que te recomendó el menso de Tanys.

Al percatarse de la situación, un amable duende le dijo a Tepuli:

Señor, está usted hablando con el cantinero, quien por cierto ya está dormido y la ceremonia esta llevándose a cabo en la Basinica.

Tepuli algo apenado por no haber terminado de beber su cerveza, corrió para llegar a tiempo a la ceremonia del Ganzo, ya estando ahí, le dijo:

Puerco, me da mucho gusto que te hayan nombrado el Gay del Año, espero que sigas obteniendo mucho premios más y que pronto te regalen una buena navaja de afeitar porque tus barbas parecen pelos púbicos.

Acto seguido su noble pollino le hizo señas para avisarle que ahora estaba hablando con una estatua y que además tenía la mano sobre el busto de una monja, así que mejor decidieron irse a sentar en compañía del duende en espera de la ceremonia.
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Caca, culo, pedo, pis =)))

[Zebaz]

Tiempo sentado en un banco de la Basílica, Zebaz permanecía en silencio e inmerso en sus pensamientos.
Y empezó la coronación del Rey de Valencia. Levanto la cabeza estirando el cuello, para oír y ver, toda la ceremonia, sin perder el hilo.

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Monseñor don Zebaz Campeador Torres de Borja i Villalonga.
✠Furriel Major✠Gentleman of His Holiness✠
✠Duque de Faenza✠Conde Palatino de San Juan de Letrán✠Comandante de la Orden de Nicolás V.✠
✠Aristotelian since 1456✠Senatorial Herald✠.

[Jaime]

Jaime, según iba la ceremonia de lenta, el olor de los gorrinos que habían venido sin lavarse y el incienso mezclado con hierbas rifeñas que ardía en el botafumeiro cercano decidió echar una siestecilla para paliar los excesos de la noche anterior. Lo que no calculó es que Alman había tenido la misma idea y los ronquidos se oían en estéreo (no de leña). El cura ya había empezado a contar sus chistes, o lo que fuera que hiciera allí subido, y Alodia los despertó de repente con un codazo bilateral.

-Ay coño, qué pasa ahora...-se quejó Jaime.

-Que ya ha empezado...- les riñó la Heralda de Aragón.

-¿Y ahora qué se hace?- inquirió Alman limpiándose la babilla que le colgaba aún.

-Ir a jalar, ¿no?

-Ah guay...

Y los dos se pusieron de pie a aplaudir.

-Que se besen, que se besen...-coreaban a dúo.