L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church Index du Forum L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church
Forum RP de l'Eglise Aristotelicienne du jeu en ligne RR
Forum RP for the Aristotelic Church of the RK online game
 
Lien fonctionnel : Le DogmeLien fonctionnel : Le Droit Canon
 FAQFAQ   RechercherRechercher   Liste des MembresListe des Membres   Groupes d'utilisateursGroupes d'utilisateurs   S'enregistrerS'enregistrer 
 ProfilProfil   Se connecter pour vérifier ses messages privésSe connecter pour vérifier ses messages privés   ConnexionConnexion 

Hagiografía de San Teofrasto, primer escolarca del Liceo

 
Poster un nouveau sujet   Répondre au sujet    L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church Index du Forum -> La Iglesia Hispanica - L'Église des Royaumes Hispaniques - Church of the Hispanic Kingdoms -> Biblioteca Hispánica
Voir le sujet précédent :: Voir le sujet suivant  
Auteur Message
Chapita



Inscrit le: 04 Jan 2012
Messages: 1275

MessagePosté le: Mar Fév 18, 2014 2:35 am    Sujet du message: Hagiografía de San Teofrasto, primer escolarca del Liceo Répondre en citant

Citation:


San Teofrasto, primer escolarca del Liceo





El niño prodigio


En el año 371 antes de Christós nació Tyrtame, hijo de Yorgos y Elenitsa, en la isla de Lesbos. El niño demostró, rápidamente, grandes predisposiciones, antes que el resto y declamó su primera palabra con ocho meses de edad, ante sus sorprendidos padres. Aún quedaron más sorprendidos cuando se dieron cuenta que su primera palabra fue “Dios”. A partir de su más tierna juventud, Tyrtame tuvo a Petros como preceptor. El hombre era talentosos y el niño aprendió a escribir, acerca de las matemáticas y las bases de las ciencias. Nunca antes había visto a un alumno tan dotado y estaba anonadado de ver con qué facilidad el chico asimilaba el conocimiento.

Petros, quien tenía algunos conocidos en Atenas, propuso que fuera a Atenas a los padres del joven prodigio para que se beneficiara de mejores enseñanzas. Yorgos y Elenitsa cayeron en la cuenta que dejar a Tyrtame con ellos hubiera sido condenarlo a enloquecer. Así pues, decidieron dejarlo en la residencia familiar, acompañado de su preceptor Petros, a quién Yorgos liberó. Tytame y su preceptor, que se habían hecho amigos, viajaron hasta la inmensa ciudad de Atenas. Petros creyó conveniente presentar a su joven protegido en la Academia de Platón, aunque se necesitaban excelentes referencias para entrar aunque sabía que el talento del chico saltaría a relucir ante los maestros.



La Academia y el conocimiento


La fortuna estaba con el joven Tyrtame, aún teniendo orígenes humildes, puesto que fue escogido para integrar las filas de la Academia. Atraïdo por el talento del joven, Platón en persona fue a ver aquél fenómeno. Siguió, pues, los cursos del maestro en el "gymnasium", aprendiendo así sobre filosofía y perfeccionó sus concomientos. Fue en este templo de sabiduría que Tyrtame conoció a Aristóteles. El joven se subyugó por el talento oratorio del profeta; escuchaba sus palabras y enseñanzas y las comprendía mejor que nadie. Aristóteles observó rápidamente la predisposiciones del joven, a quien dió lecciones en privado de cómo él havía escuchado a Dios cuando era niño. Tyrtame incluía muchas cosas de aquél bajo mundo, hablaba sin cesar de eso con los maestros y Platón, igual que a Aristóteles, no podía sino ver la evidencia de las dotes del joven: excelente orador y recto de espíritu. Cuando hubo la discusión entre Platón y su discípulo sobre la copia de las ideas, Tyrtame quedó perplejo viendo con qué facilidad Aristóteles había demostrado la unidad de Dios y decidió dejar la Academia para seguir al Profeta. Con la despedida de su maestro Platón, dejó de ese modo Atenas. Había aprendido mucho y había desarrollado numerosos talentos; en particular la botánica, ciencia que fundaría pasando muchas horas observando pantas de todo tipo. Pero, lo que todavía dominaba más, era la teología. Se sentió atraïdo por esa ciencia como el insecto se siente atraïdo por la luz; debía encontrar respuestas a las cuestiones que se planteaba y el hecho de seguir a Aristóteles le ayudaría a saciar su sed de conocimiento.

El Liceo, Aristóteles y la teología


Tyrtame desembarcó en Azos, en la costa de Tróade, no lejos de Atenas, donde Aristóteles había fundado el Liceo y enseñaba teología a muchos discípulos. Se comprometió, entonces, enormemente en el estudio de esta nueva ciencia escuchando los largos discursos del Profeta sobre la naturaleza única de Dios, sobre la virtud y sobre la amistad. Tyrtame se convirtió, de este modo, en el mejor discipulo y amigo de Aristóteles, quien vió un gran futuro en él. A menudo este buscaba a Aristóteles y, juntos, se ponían a hablar:

Tyrtame:Maestro sabemos que Dios es único, el motor del mundo y la finalidad cósmica del universo. Pero si somos Sus hijos, puesto que la quinta esencia es divina, ¿no somos, a caso, el instrumento de su voluntad?”

Aristóteles: “Mira, amigo. Dios es quien todo lo ve, todo lo siente, todo lo puede. Su Voluntad fue la de crearnos en esta tierra; nos dio lo que tenemos para saciar nuestras necesidades, ¿pero decidió imponernos Su volundat? ¿nos ha forzado a quererle?”

Tyrtame: “Ciertamente no, pidió que se iluminara la humanidad sobre su propia natraleza.”

Aristóteles: “¿Y por qué esta decisión? ¿Por qué, simplemente, no ha aparecido ante el hombre?”

Tyrtame: “El Altísimo escogió a los hombres porque no son de esencia divina. Su elección fue dejar a un hombre la tarea de guiar al resto. Pero esta eleccion nos ha dejado la libertad de creer en sus palabras y, en definitiva, creer en Él.”

Aristóteles:: “Lo has visto de manera exacta, querido amigo. Si Dios se hubiera impuesto a los hombres, entonces no habríamos sido más que sus ovejas. Que nos haya dejado libres de Su voluntad nos prueba que cree en nosotros y que, por lo tanto, nos considera Sus hijos, capaces de aprender y de reflexionar.”

Tyrtame se convirtió, inevitablemente, en el interlocutor del Profeta, difundiendo y transmitiendo lo que aprendía a los círculos de eruditos de Grecia. En Atenas, obtenía la atención de un numerosos grupo; en el Liceo, sus colegas veían en él el prodigio que debía ser. Tyrtame hacía numerosos viajes a través de Grecia, viajando desde Tebas hasta Corintio. Siempre, en sus ponencias y discursos sobre el Altísimo, tenía la adhesión de sus auditores. La claridad, la concisión y la exactitud de sus observaciones siempre eran escuchadas y la gente veía en él un apóstol de Aristóteles, en adelante Profeta del Altísimo. Tyrtame era preciado por Aristóteles, maravillado por el encanto de su palabra. A cambio, éste último le dió el nombre de Teofrasto, que significaba "Divino orador" en griego. El joven se había convertido en un hombre y su reputación había llegado a un punto insólito, sólo superado por el reconocimiento de Aristóteles, que aún era mayor. Teofrasto se quedó en Grecia cuando el profeta dejó Atenas con su discípulo Alejandro, con el encargo de substituirle y formar a los jóvenes discípulos para enseñarles la palabra que Dios le había revelado. Eso duró bastantes años, los cuales aprovechó para hacer el amor divino en el corazón de los griegos, fiel a las palabras del Profeta y sus enseñanzas.


La sucesión del Profeta


Cansado, cuando Aristoóteles volvió a Grecia, a la edad de sesenta años, había viajado al lado de Alejandro y Teofrasto administrado el Liceo de maravilla, hecho por el cual el Profeta no pudo más que reconocer, una vez más, su talento, el entusiasmo y el rigor de su discípulo. Alejandro había mueto unos meses antes y las conjuras ya se tramaban para repartir los territorios. Eran numerosos los que, allende a Atenas, consideraban a Aristóteles como el responsable. Lo acusaban de haber animado demasiado a Alejandro de conquistar más y más. Los que querían perseverar en el culto a los dioses griegos lo combatieron, quemándole la casa o hiriéndole los ojos a su hijo, Nicómaco. Acosado y cansado, el viejo hombre prefirió dejar la región para instalarse en Calcis hasta el fin de sus días. No olvidó de nombrar a su sucesor e hizo de Teofrasto el escolarca* del Liceo en el 322 antes de Christós. A pesar que se desoló con la salida de Aristóteles y por el modo en que le trataban sus enemigos, Teofrasto decidió luchar por la superviviencia del mensaje del Profeta. Se comprometió, así, en una lucha de todos los tiempos contra quienes practicaban el politeïsmo, extendiéndose a lugares públicos para presionar las bases de sus teorías.

Teofrasto: “Amigos míos, ¿no veis que estos hombres se equivocan? Expulsaron al Profeta y, mediante la violencia, ¡quieren hacernos callar! Afirman que los dioses están encolerizados, que Zeus, Plutón y los otros aplastarán nuestra tierra para castigarnos por hablar de en un único Dios. ¡Todo eso son tonterías! Aristóteles lo demostró, no hay más que un único Dios, único, omnisciente, omnipotente, omnipresente. Es el que nos compone, Él es todo lo que nos rodea. Si se niega la verdad, sólo es porque el poder que tenía sobre la plebe ha cesado en cuanto se probó el carácter único del Altísimo. Perdieron esa parcela de control que tenían sobre nosotros y de aquí deriva su frustración. Durante demasiado tiempo hemos escuchado sus tonterías; durante mucho tiempo hemos dado ofrendas y dinero a los sacerdotes politeístas. Hoy sabemos que Dios ya nos ha mandado su mensaje a través de la voz de Aristóteles. El Todopoderoso nos dió el libre albedrío de creer en él; ellos nos imponen sus dioses mediante el odio y la injusticia. No escuchan sus propios discursos en profundidad, ni se adieren a su retórica pérdifa y amarga.”

Teofrasto hablaba más a la plebe, pero aquella refutaba la no existencia de múltiples dioses. Las largas diatribas del escolarca tuvieron, empero, un impacto enorme en los griegos, sobretodo por su destreza en la oratoria. Desmontaba los argumentos que oponían los sacerdotes, demostrando claramente cómo Dios se había revelado a Aristóteles y como cada uno tenía una parte de Dios en sí mismo. Aristóteles tenía el conocimiento de los resultados de su sucesor y confesó a su hio que, en adelante, había nacido la esperanza y que nada no podrá borrar nunca lo que ya se había hecho. Cuando murió, Teofrasto fue golpeado por la tristeza y juró perpetuar su memoria y su obra per saecula saeculorum. Escribió, entonces, sus memorias, las cuales publicó y en las que figuraban numerosos diálogos que entre los dos habían compartido.

El escolarca llegó a coneguir, entonces, un aura mayor, pues se le reconocía por su dimensión y su estilo, su ánimo tan sutil y su conocimiento teológico. Atrajo cada vez más discipulos y era extraño verlo enseñar ante menos de mil alumnos. El Liceo se convirtió en algo ineludible para quien quería estudiar teología e, incluso, el mensaje que expendió Aristóteles a la humanidad. Con el mayor entusiasmo, Teofrasto transmitía lo que había aprendido. Aún más: extendía a tpodas las clases sociales el mensaje del Altísimo, aceptando alumnos de todos los estratos sociales, pues prefería informar a crear una elit cultural y teológica.

Durante más de veinte años, Teofrasto se empeñó en difundir la idea de que Dios era único, explicando qué era la virtud y el amor y demostrando que había dotado a los humanos de un espíritu y de un alma. Sus numerosos alumnos retransmitieron sus enseñazas por todos los rincones de Hélade, lo cual permitió que se estendiera la creencia del Altísimo y que se afianzara más profundamente en el corazón del pueblo. Después vino Antíoco, hijo de Seleuco, amigo de Alejandro y Aristóteles, cuya reputación entusiasta y su virtud había traspasado las fronteras de Siria hasta Hélade. Fueron muchos los eruditos que pensaron que se trataba del nuevo profeta. Teofrasto había tenido noticias de aquel joven que brilaba, convencido y creyente. Sabía también que Nicómaco, el hijo del Profefta, había sido su preceptor. Decidió ir al encuantro de Antíoco en persona para aprender de quién había obtenido los favores del Profeta. Volvió de nuevo de Síria asegurando que había conocido a un gran hombre, sabio y un gran experto teólogo. Ambos establecieron contacto, encontrándose de vez en cuando, pero intercambiando misivas a menudo. Antíoco aprendía de Teofrasto y el escolarca aprendía de Antíoco. Fue así hasta la muerte del escolarca.



Los últimos días del escolarca


Teofrasto fue escolarca del Liceo durante treinta y cuatro largos años, durante los cuales formó numerosos discípulos incluyendo uno, en particular, que le llamó la atención: Estratón de Lampsaco. Teofrasto escribió su testamento y pidió vehementemente que Estratón fuera su sucesor. Tenía una gran confianza en aquél dotado alumno, salido de Atenas para enseñar al Tribunal de Alejandría del rey Ptolomeo II.

El escolarca, durante aquellos largos años, había conseguido hacer declinar el culto politeísta que gangrenaba Hélade, mientra que administraba el Liceo y formaba toda una generación de teólogos entusiastas y adeptos al único Dios. Redactó numerosas obras sobre Aristóteles y también sobre su vida y enseñanzas de la teología. Disponía de un prestigio inmenso ante los griegos que veían en él un hombre sabio y bueno, digno de ser el sucesor de Aristóteles. Durante los últimos meses de vida, el escolarca procuró acabar sus escritos no terminados. Dio el dinero que había acumulado al Liceo, para propulsar el mensaje del Profeta.

A la avanzada edad de ochenta y tres años, Teofrasto se apagó durante su sueño, rodeado de la veneración pública. En honor a su recuerdo, los filósofos del Liceo y los eruditos de Atenas dejaron un período de duelo. Teofrasto fue visitado por los más importantes hombres de su tiempo, que le rendían homenaje. Su cuerpo fue enterrado en Atenas, en un pequeño lugar donde se plantó un olivo sobre su sepultura. El árbol dió un fruto precioso de manera precoz y algunos creen que es una señal del divino orador.





*Nota del traductor: Escolarca = Rector o Director




Traducido del griego por Monseñor Bender.B.Rodriguez.
Traducido al español por Monseñor Ignius de Muntaner.
Revisado por Chapita
Revenir en haut de page
Voir le profil de l'utilisateur Envoyer un message privé
Montrer les messages depuis:   
Poster un nouveau sujet   Répondre au sujet    L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church Index du Forum -> La Iglesia Hispanica - L'Église des Royaumes Hispaniques - Church of the Hispanic Kingdoms -> Biblioteca Hispánica Toutes les heures sont au format GMT + 2 Heures
Page 1 sur 1

 
Sauter vers:  
Vous ne pouvez pas poster de nouveaux sujets dans ce forum
Vous ne pouvez pas répondre aux sujets dans ce forum
Vous ne pouvez pas éditer vos messages dans ce forum
Vous ne pouvez pas supprimer vos messages dans ce forum
Vous ne pouvez pas voter dans les sondages de ce forum


Powered by phpBB © 2001, 2005 phpBB Group
Traduction par : phpBB-fr.com