L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church

[Cyliam]

Agarrada de la mano de Astaroth la pelirroja no se atrevia a mencionar una sola palabra ya que cada vez que intentaba decir algo el estomago se la encogia y las ganas de llorar crecian en ella. En la otra mano un pañuelo con aroma a canela la acompañaba para intentar borrar las perladas lagrimas que de vez en cuando se escapaban de sus ojos.

Alli habia mucha gente reunida, mucha gente que conocia y todos ellos compartian el mismo dolor, la perdida de Tanys.

Apenas susurro durante la ceremonia, dejando que debiles y cansados hilos de voz fluyeran por sus labios.
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[Zebaz]

Aun mareado por el barco y haciéndose un poco de aire. Vio la entrada del Barón de Daroca, del Padre Carolum, la Gobernadora de Aragón, de Don Raef, del Bizco de Olocau, del ex Obispo de Lérida y de la Señora de Castellón.

El cardenal Roger empezó la ceremonia, y al ritmo que la misma empezaba Zebaz seguía con la misma.

Señor no desvía tu mirada de nuestro amigo. Repitiendo tres veces a la par del sermón.
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Monseñor don Zebaz Campeador Torres de Borja i Villalonga.
✠Furriel Major✠Gentleman of His Holiness✠
✠Duque de Faenza✠Conde Palatino de San Juan de Letrán✠Comandante de la Orden de Nicolás V.✠
✠Aristotelian since 1456✠Senatorial Herald✠.

[Jose_Enrique]

El Diàcono desde su banquillo repetìa aquel sermòn para que el alma de aquella persona que en vida fue una persona pura y servidora de Dios, el Diàcono escuchò al Cardenal Roger de Gracia decir:

Después de todas nuestras miradas que cruzaron el suyo, que pueda ver, por fin, el tuyo, Señor

El diàcono algo triste respondiò:

Señor no desvía tu mirada de nuestro amigo.

El cardenal decìa de nuevo:

Después de la amistad que recibió y quien guió su vida, concede a él la última amistad que es la suya Señor

El diàcono de nuevo respondiò:

Señor no desvía tu mirada de nuestro amigo.

El cardenal decìa:

Después de las penas y las lágrimas que oscurecieron su vida, ilumina su camino para la eternidad.

Secando sus làgrimas y esperanzado dijo:

Señor no desvía tu mirada de nuestro amigo.

El cardeal dijo a todos los feligreses:

Señor, giramos hacia Ti nuestras esperanzas cuando desaparece el cuerpo del amigo que es caro por nosotros.
Concédenos la esperanza de verlo de nuevo cerca de Ti para los siglos de los siglos.

Los feligreses y el diàcono respondieron:

¡Amèn!
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José Enrique Saint O'cconnor,
Secretario Apostólico de España y Portugal,
Vicario de la Santa Iglesia Aristotélica.

[Hsmeduardo]

El Cura quedó en silencio cuando el Cardenal Roger comenzó la ceremonia del funeral.

A cada frase que el religioso decía, todos los feligreses respondían
- Señor no desvía tu mirada de nuestro amigo.
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Arzobispo Metropolitano de Tarragona

[sirAlfred]

sirAlfred se habia enterado de que Su Excelencia Tanys se habia encontrado con el Altisimo, sirAlfred junto con un grupo de caballeros de Montesa, sirAlfred como Tesorero de Montesa y como Aristotelico.

sirAlfred cogio el barco con los demas Caballeros de Montesa cuando llegaron a Roma, luego se dirigieron a los aposentos que dispondrian mientras estubiesen en Roma, sirAlfred se coloco sus ropas negras y dejo su espada en su aposento leugo bajo al vestibulo para luego marchar a la basilica de San Tito, monto su caballo y con su capa al aire llego a la Basilica.

Al entrar en la Basilica sirAlfred observo a muchos de sus compañeros, algunos amigos y a otros desconocidos e hizo una pequeña reverencia con la cabeza
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Sargento de la Guardia Episcopal

[Dunpeal]

Hermanos y Hermanas, si estamos aquí, es para rodear de nuestra amistad a los que están afligidos. Es también para recordarnos que Dios se acuerda de todo lo que hubo el bien en la vida de nuestro hermano y para pedirle hacerle buena acogida.

Los fieles encienden en silencio los cirios alrededor del ataúd.

La Amistad es la luz del mundo, es la llama que recalienta nuestro corazón.
¡ Qué alumbra ahora el camino de Tanys qué lo conduce ahora al Reino de Dios!

[enzoverona]

Enzo se emocionó ante tanto amigo que había venido a despedir a Tanys. Era hombre de bien, y la muestra: todos aquellos amigos que no habían dudado ni un instante compartir aquellos momentos para honrar la memoria de aquel gran hombre.

Pudo ver algún rostro más que conocido. Algún rostro muy querido. Enzo se echó a un lado, donde las sombras le refugiaban proporcionandole anonimato.

El de Verona se acabó entonces de convencer de algo que siempre había rondado por su mente. Nunca muere quien no es olvidado. Y sin duda alguna Tanys no había muerto. A pesar de la pena que todos sentían en aquellos instantes, ésta era por no seguir recibiendo las enseñanzas, pero no por no poder hablar con él, no porque desaparecería de nuestras vidas.

Él seguía allí.

[Carolum]

Junto con el resto de los fieles que en la basílica se encontraban dijo por tres veces, respondiendo al cardenal Roger:

- Señor no desvíes tu mirada de nuestro amigo -

Sin duda Tanys tenía merecido el Sol...
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[Astaroth_14]

Como sintiese el estremecimiento de Cyl, la abrazó suavemente, intentando calmarla. Saludó con una inclinación a los conocidos que iban entrando.

Señor, no desvíes la mirada de nuestro amigo-repetía junto al resto.
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"Un año va. Como me muera en comunión, pienso reencarnarme y quemar Roma, por inútiles."
Príncipe de Ast(inieblas)urias. Já. Ast. Y Rey de Galicia, Castilla, León y un largo etcétera, pero eso ya no tiene chiste.

[Trencacors]

Trencacors al saber la notícia se acerco hasta la capilla a donde daban el último adiós a su Exceléncia Tanys, aunque no había tenido la oportunidad de conocerlo directamente, sabía que era una persona admirada por todos, y ella le sentía una gran vocación, y gran respeto.

Triste al lugar se fue dirigiendo hacía el interior...

[Arnazabal]

La ceremonia llegaba a su final, La Basílica de San Titus era una isla de tristeza en medio de un mar de lágrimas.

Arnazàbal se contagió del ambiente, ahora sentía que había perdido otra oportunidad, la de conocer con profundidad a un hombre de bien como Tanys.

Inspiró fuerte y con la mirada al suelo susurró:

-Señor, no desvíes tu mirada de nuestro amigo.

Mientras volvía a levantarla.

[Yondaime Di Sanz]

Época para el recuerdo. Vivir en Urgel y compartir cierta parte de su vida con tan digno y noble hombre, como lo era Monseñor Tanys, había sido un gran regalo. Personificación de la misma generosidad, humildad y a la vez grandeza, sin lugar a dudas se perdía a alguien respetado y bueno, mas como la gran mayoría creía y repetía en ocaciones tan penosas como estas, nadie muere sino hasta que es olvidado, en este caso tendrían que pasar siglos estelares para que el paso por este mundo de quien partía al encuentro con el Altísimo, fuese olvidado por el inconciente colectivo.

Se quedó en silencio hasta que repetía junto con los demás presentes.

-Señor, no desvíes la mirada de nuestro amigo.
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[kolme]

Señor, no desvíes tu mirada de nuestro amigo

Así respondió una, dos y tres veces el urgelino. Con toda su alma. El fray había sido un hombre bueno (él mismo podría ser la defición de hombre bueno) y merecía estar en el Sol.

Por su alma eterna estaban allí reunidos. Cada uno por sus motivos, pero todos en torno a aquella personalidad que había significado un antes y un despues para muchos. Grande había sido el tiempo que habían gozado de su presencia en la tierra, ahora le tocaba a él gozar de lo que tenía reservado en la vida eterna.
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En memoria de Fray Tanys Stewart.

Ex - Sagristà d'Urgell - Vidu

[Moldot]

-Señor, no desvíes la mirada de nuestro amigo.

Así durante tres veces respondió el Padre Moldot durante la ceremonia del funeral del Cardenal Tanys. Numerosas caras con rostros con lágrimas se podían observar ya en la Basílica.
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[Volvoreta]

La tristeza y el dolor inundaban el corazón de Volvoreta, no podía imaginar que aquel que había sido un padre para todos, y con el que compartiese tantos momentos, ya no estuviese con ellos.

Entró acompañada de los suyos en la Basílica, se dirigió hasta el lugar donde se hallaba el féretro, hizo una inclinación de cabeza ante él, depositó un beso sobre sus dedos y pasó estos por la noble madera del arcón que contenía los restos mortales y con los ojos humedecidos por las lágrimas se dirigió al lugar reservado a las Casas Reales en espera de que comenzase la ceremonia
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