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[ESP-Dogma]San Lycon de Troade, tercer escolarca

 
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Gasper2011



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MessagePosté le: Lun Avr 01, 2019 9:31 am    Sujet du message: [ESP-Dogma]San Lycon de Troade, tercer escolarca Répondre en citant

Citation:


San Lycon de Troade, tercer escolarca


Una señal del Altísimo

Lycon, hijo de Astyanacte, nació alrededor de -302 en una pequeña ciudad de la costa de la Troade. Su historia es la de un hombre bajo la influencia del Altísimo desde su nacimiento. En efecto, el joven Lycon, vino al mundo con una marca de nacimiento en la base de la nuca que representaba un círculo perfecto. Su infancia, él la pasó con los suyos, en el amor y la amistad, conociendo la vida que todo niño soñaba tener. Un día de otoño recibió la bendición del Altísimo. Encerrado en una cueva esperando el final de una tormenta tenebrosa y de una lluvia diluviana, el joven Lycon, de 13 años de edad vio un intenso resplandor desde el fondo de la cueva. Él entonces avanzó para comprender lo qué miraba y sólo vio un halo de luz sobre el claro granito de la pared rocosa. De repente, un rostro apareció en la piedra con los rasgos de Aristóteles y luego tomó sus propios rasgos, antes de desaparecer en las sombras. El joven no tenía grandes conocimientos, pero conocía a Aristóteles, cuyas estatuas estaban en muchas ciudades. Así admitió que se trataba de un signo del Altísimo del que apenas sabía nada. Regresó a casa y decidió dejar a su familia para ir a Axos al Liceo, donde Aristóteles era escolarca. Cuando llegó allí, en -289, él se presentó a las puertas del Liceo pidiendo ser recibido por el escolarca. Ante su aire decidido y su tenacidad, un discípulo lo llevó ante Theophraste, quien conversó con él. Lycon le explicó lo que había visto en la cueva y cómo había interpretado esa señal. Teofrasto probó a este joven hombre haciéndole muchas preguntas sobre la lógica, la filosofía e incluso, la teología. Le asombró ver cómo, con un buen sentido evidente, el pequeño respondía con precisión y con qué talento se expresaba. El escolarca decidió así permitirle entrar en el Liceo y lo confió a su mejor discípulo para que lo guiara en sus enseñanzas.


El aprendizaje de la teología aristotélica.


Lycon fue un alumno brillante, sus habilidades de comprensión superaron con creces a las de otros alumnos e incluso Teofrasto se quedó atónito al ver con qué facilidades estaba aprendiendo el joven. Éste no había tenido la suerte de tener buenas enseñanzas, por lo que trabajaba tanto más para ponerse al día. Si bien mostraba una excelente elocución, seguía siendo un pobre escritor. Cuando el escolarca falleció, Estratón se convirtió en su sucesor y retomó la enseñanza que su antiguo maestro había dado al joven Lycon. También él quedó asombrado al ver cómo en tan poco tiempo el joven griego se había formado un profundo conocimiento de la teología.

Lycon pasó así sus primeros años en el liceo, acaparado por el estudio de la teología, de las ciencias y de la filosofía. Manifestó su mayor interés en el estudio de la voz de Dios y de los textos del profeta Aristóteles, tratando de identificar por qué había recibido una señal. A menudo hablaba de ello con su maestro Estratón, que estaba convencido de que Lycon había encontrado la voluntad divina en su camino. A su lado, otros discípulos comenzaron a envidiar su condición de discípulo favorito de Estratón. Hieremías, brillante alumno de la burguesía ateniense, veía con mal ojo al joven de origen más modesto. Le cuestionó la validez de sus argumentos cuando discutía sobre la naturaleza de Dios y sobre las virtudes. Lycon, con mucha facilidad, a menudo le devolvía a sus sentencias con un razonamiento impecable. Hieremías y Lycon se convirtieron en verdaderos enemigos, de modo que sus diálogos a menudo tomaban los caminos de la justa oratoria. Y, no es de extrañar, siempre fue el hijo de Troade quien tenía la última palabra.

Estratón observó durante mucho tiempo esta adversidad constructiva para Lycon, que se hizo cada vez más seguro. Mostró talentos extraordinarios en los oratorios de Atenas, donde el escolarca lo enviaba regularmente para enseñar teología. Sus buenas palabras y argumentos no podían ser cuestionados. Aunque utilizaba las mejores enseñanzas que Aristóteles había legado a los liceos, sabía sin embargo, asegurarse la atención de sus auditorios con sus buenas palabras y su fino y sutil humor. Estratón lo encontró tan talentoso, que le propuso unirse a la corte de Alejandría donde el faraón Ptolomeo II, de quien había sido preceptor, acababa de revelar el mensaje del profeta Aristóteles. Lycon no pudo rechazar una oportunidad así y fue sin pestañear. Fue en contacto con el faraón que Lycon comenzó a prestar especial atención a su apariencia, comprendiendo que, además de los orificios del discurso, un buen recubrimiento podía acabar por convencer a las últimas reticencias. Lycon permaneció al lado del faraón durante varios años, viajando y regresando hasta Grecia para informar sobre la evolución de la fe en el verdadero Dios en Egipto, y dando de beber al joven Ptolomeo su saber en la materia.

En 268, a la muerte de Estratón, fue designado por el testamento de este último como escolarca del Liceo.


Estratón de Lámpsaco a écrit:
Lycon sucederá a mi escuela, ya que los demás son o demasiado viejos o están sobrecargados de ocupaciones; y harán bien, y los demás también, si aprueban esta disposición. Le doy todos mis libros, excepto los que escribí, y le dejo todos mis muebles de mesa, mis copas y mis hábitos.



El reinado del escolarca


Lycon de Troade, de treinta y cuatro años de edad, se convirtió en el tercer escolarca del Liceo, privilegio reservado a la élite de los teólogos. Es en Grecia, el comienzo de la guerra de cremónides de las ciudades contra Macedonia. Atenas, bajo el impulso de Lycon, se alía con Esparta y Ptolomeo II. Su gran conocimiento del faraón permitirá facilitar el entendimiento entre los dos pueblos y contener las veleidades ofensivas de los macedonios. Durante algunos años, el nuevo escolarca se concentró en la dirección del Liceo, esforzándose por enseñar a los jóvenes discípulos las palabras del profeta Aristóteles y el mensaje que había revelado. Se dedicó especialmente a perfeccionar su capacidad de educar y se convirtió en un excelente pedagogo. A este respecto decía:

Lycon: -"Hay que gobernar a los jóvenes con la vergüenza y el amor por el honor, como se usa para los caballos el espolón y la brida."

A medida que pasaron los años, logró superar su mediocre escritura y publicó algunos ensayos sobre la cuestión de la enseñanza, textos que, más tarde, fueron utilizados por sus sucesores para mejorar la enseñanza del Liceo. A diferencia de su maestro y predecesor, Lycon cuidaba mucho de él y pasaba muchas horas practicando cada semana, también prestaba especial atención a los hábitos que llevaba tan bien que se le hizo la reputación de un hombre excesivamente atento y preparado. Para él, era una cuestión de respeto y elegancia.

Lycon se convirtió en un buen consejero para los atenienses, ayudando a los eruditos y a otros personajes famosos cuando apelaban a él. Su empatía y su tendencia caritativa lo convirtieron en un hombre venerado por sus pares. Todos le reconocieron una forma de genio en el acercamiento a la teología y sus discípulos llegaron a ser tan dotados que los que los escuchaban no podían sino adherirse a las tesis aristotélicas. El escolarca fue llamado por Antíoco cuando defendió Pérgamo en los confines de la Asia menor, hacia el mar Egeo. En efecto, el rey Seléucida tenía necesidad de poner allí un teólogo, pero había descubierto una biblioteca de una amplitud poco común, tan grande como la de Alejandría. Lycon fue entonces al lugar después de largos meses de viajes con el joven Andonios para delegarlo en la reconstrucción de la biblioteca de Pérgamo. Allí conoció a quien venció a Antíoco y dio la independencia a Pérgamo. Más tarde se hizo amigo de Attale, el sucesor de Eumena y primer rey de Pérgamo. Su trabajo a su lado permitió conservar intacta la fe en Dios que Antíoco había traído a estos lejanos territorios, donó numerosas obras a la biblioteca que fue dirigida por Andonios. Así se estableció una rivalidad entre las dos bibliotecas más grandes del mundo civilizado, la de Alejandría practicaba el estudio del léxico, de los textos versos por versos, palabra por palabra. Pérgamo por el contrario, se buscaba el sentido profundo, incluso oculto, de los textos, considerando que lo que realmente significaba no correspondía necesariamente a lo que estaba escrito.

El escolarca visitó así numerosos reinos entre ellos Siria de Antíoco Theos, Esparta, Egipto, Babilonia, que declinaba desde que Seleuco I prevaleció a favor de Seléucia del Tigris. Dondequiera que pasó, el escolarca llevó a brillantes teólogos del Liceo y los presentó a los dirigentes de cada ciudad, dejándolos como consejeros y preceptores.

Lycon fue el primer escolarca en jerarquizar el Liceo y fundar así el primer borrador de una institución religiosa cuyo dogma estaba constituido por el mensaje de Aristóteles. Su reputación, junto a sus contemporáneos y a los dirigentes del mundo, le aportó un aura considerable que hizo de él el consejero de todos los que tenían Fe en el Altísimo. El escolarca dirigía así el Liceo y sus mejores discípulos, una vez que se habían convertido en profesores, se encargaban de transmitir las enseñanzas de Aristóteles. Cada semana reunía a un cenáculo, formado por sus amigos profesores, en el que cada uno tenía un papel preciso. Uno se encargaba de agrupar las solicitudes de teología fuera del instituto, otro se encargaba de archivar los discursos celebrados en el lugar público, otro estaba encargado de las relaciones con los dirigentes de los diferentes reinos que tenían los favores de Lycon. El cenáculo se convirtió en un verdadero órgano que dirigía el funcionamiento del liceo, estaba constituido por Rulon, Calino, Aristón, Ampbion, Python, Aristomaco, Heraclio y Lycomedes.


Digno hasta la muerte


Durante cuarenta y cuatro años, Lycon de Troade dirigió el Liceo y promulgó la teología aristotélica como proyecto de religión jerarquizada y organizada. De setenta y ocho años de edad, Lycon se había ganado la amistad de un gran número de dirigentes y había presenciado cómo un número igualmente importante moría a causa de la guerra o eran asesinados. Era reconocido en todo el mundo griego y en los reinos circundantes, incluyendo Macedonia y Egipto. Así su obra siguió siendo una de las más importantes ya que desarrolló el funcionamiento del Liceo para convertirlo en una verdadera herramienta a la gloria del Altísimo.

En sus últimos años, el escolarca sufrió un mal incurable que le obligó a caminar apoyado en un bastón. A pesar de sus dificultades, siguió enseñando a sus discípulos y aconsejando a los atenienses. Todos le pedían que descansara pero él, deseaba ante todo terminar lo que había comenzado hace mucho tiempo. En su voluntad de cambio, mientras que cada escolarca había designado hasta entonces a su sucesor, él decidió que el cenáculo del Liceo elegiría al más apto para dirigir la escuela de Aristóteles. Fue Aristón de Céos quien obtuvo los votos de sus compañeros profesores del Liceo y asumió la sucesión del escolarca.

Fue una noche de otoño en el -224 cuando murió Lycon de Troade, vestido con su más bella librea y siempre preparado como para conocer a un gran rey. Su amigo, Atalo I, declaró sobre su muerte:

Atalo I: -"No puedo silenciar la suerte de Lycon, que murió afligido por un mal sin igual; me sorprende que, teniendo que recorrer el largo camino de la otra vida y que siempre necesitó ayuda para caminar, lo hiciera en una noche."

Traducido del griego por Monseñor Bender.B.Rodríguez.
Traducido por Kalahn Hojaseca de Palafox.
Revisado por Padre Gasper Olavarrieta Palacios


Code:
[quote][img]http://i282.photobucket.com/albums/kk246/igniusv/allargassatdogma.gif[/img]

[size=24][color=indigo][i]San Lycon de Troade, tercer escolarca[/i][/color][/size]


[size=18][b]Una señal del Altísimo[/b][/size]

Lycon, hijo de Astyanacte, nació alrededor de -302 en una pequeña ciudad de la costa de la Troade. Su historia es la de un hombre bajo la influencia del Altísimo desde su nacimiento. En efecto, el joven Lycon, vino al mundo con una marca de nacimiento en la base de la nuca que representaba un círculo perfecto. Su infancia, él la pasó con los suyos, en el amor y la amistad, conociendo la vida que todo niño soñaba tener. Un día de otoño recibió la bendición del Altísimo. Encerrado en una cueva esperando el final de una tormenta tenebrosa y de una lluvia diluviana, el joven Lycon, de 13 años de edad vio un intenso resplandor desde el fondo de la cueva. Él entonces avanzó para comprender lo qué miraba y sólo vio un halo de luz sobre el claro granito de la pared rocosa. De repente, un rostro apareció en la piedra con los rasgos de Aristóteles y luego tomó sus propios rasgos, antes de desaparecer en las sombras. El joven no tenía grandes conocimientos, pero conocía a Aristóteles, cuyas estatuas estaban en muchas ciudades. Así admitió que se trataba de un signo del Altísimo del que apenas sabía nada. Regresó a casa y decidió dejar a su familia para ir a Axos al Liceo, donde Aristóteles era escolarca. Cuando llegó allí, en -289, él se presentó a las puertas del Liceo pidiendo ser recibido por el escolarca. Ante su aire decidido y su tenacidad, un discípulo lo llevó ante Theophraste, quien conversó con él. Lycon le explicó lo que había visto en la cueva y cómo había interpretado esa señal. Teofrasto probó a este joven hombre haciéndole muchas preguntas sobre la lógica, la filosofía e incluso, la teología. Le asombró ver cómo, con un buen sentido evidente, el pequeño respondía con precisión y con qué talento se expresaba. El escolarca decidió así permitirle entrar en el Liceo y lo confió a su mejor discípulo para que lo guiara en sus enseñanzas.


[size=18][b]El aprendizaje de la teología aristotélica.[/b][/size]


Lycon fue un alumno brillante, sus habilidades de comprensión superaron con creces a las de otros alumnos e incluso Teofrasto se quedó atónito al ver con qué facilidades estaba aprendiendo el joven. Éste no había tenido la suerte de tener buenas enseñanzas, por lo que trabajaba tanto más para ponerse al día. Si bien mostraba una excelente elocución, seguía siendo un pobre escritor. Cuando el escolarca falleció, Estratón se convirtió en su sucesor y retomó la enseñanza que su antiguo maestro había dado al joven Lycon. También él quedó asombrado al ver cómo en tan poco tiempo el joven griego se había formado un profundo conocimiento de la teología.

Lycon pasó así sus primeros años en el liceo, acaparado por el estudio de la teología, de las ciencias y de la filosofía. Manifestó su mayor interés en el estudio de la voz de Dios y de los textos del profeta Aristóteles, tratando de identificar por qué había recibido una señal. A menudo hablaba de ello con su maestro Estratón, que estaba convencido de que Lycon había encontrado la voluntad divina en su camino. A su lado, otros discípulos comenzaron a envidiar su condición de discípulo favorito de Estratón. Hieremías, brillante alumno de la burguesía ateniense, veía con mal ojo al joven de origen más modesto. Le cuestionó la validez de sus argumentos cuando discutía sobre la naturaleza de Dios y sobre las virtudes. Lycon, con mucha facilidad, a menudo le devolvía a sus sentencias con un razonamiento impecable. Hieremías y Lycon se convirtieron en verdaderos enemigos, de modo que sus diálogos a menudo tomaban los caminos de la justa oratoria. Y, no es de extrañar, siempre fue el hijo de Troade quien tenía la última palabra.

Estratón observó durante mucho tiempo esta adversidad constructiva para Lycon, que se hizo cada vez más seguro. Mostró talentos extraordinarios en los oratorios de Atenas, donde el escolarca lo enviaba regularmente para enseñar teología. Sus buenas palabras y argumentos no podían ser cuestionados. Aunque utilizaba las mejores enseñanzas que Aristóteles había legado a los liceos, sabía sin embargo, asegurarse la atención de sus auditorios con sus buenas palabras y su fino y sutil humor. Estratón lo encontró tan talentoso, que le propuso unirse a la corte de Alejandría donde el faraón Ptolomeo II, de quien había sido preceptor, acababa de revelar el mensaje del profeta Aristóteles. Lycon no pudo rechazar una oportunidad así y fue sin pestañear. Fue en contacto con el faraón que Lycon comenzó a prestar especial atención a su apariencia, comprendiendo que, además de los orificios del discurso, un buen recubrimiento podía acabar por convencer a las últimas reticencias. Lycon permaneció al lado del faraón durante varios años, viajando y regresando hasta Grecia para informar sobre la evolución de la fe en el verdadero Dios en Egipto, y dando de beber al joven Ptolomeo su saber en la materia.

En 268, a la muerte de Estratón, fue designado por el testamento de este último como escolarca del Liceo.


[quote="Estratón de Lámpsaco"][i]Lycon sucederá a mi escuela, ya que los demás son o demasiado viejos o están sobrecargados de ocupaciones; y harán bien, y los demás también, si aprueban esta disposición. Le doy todos mis libros, excepto los que escribí, y le dejo todos mis muebles de mesa, mis copas y mis hábitos.[/i]
[/quote]


[size=18][b]El reinado del escolarca[/b][/size]


Lycon de Troade, de treinta y cuatro años de edad, se convirtió en el tercer escolarca del Liceo, privilegio reservado a la élite de los teólogos. Es en Grecia, el comienzo de la guerra de cremónides de las ciudades contra Macedonia. Atenas, bajo el impulso de Lycon, se alía con Esparta y Ptolomeo II. Su gran conocimiento del faraón permitirá facilitar el entendimiento entre los dos pueblos y contener las veleidades ofensivas de los macedonios. Durante algunos años, el nuevo escolarca se concentró en la dirección del Liceo, esforzándose por enseñar a los jóvenes discípulos las palabras del profeta Aristóteles y el mensaje que había revelado. Se dedicó especialmente a perfeccionar su capacidad de educar y se convirtió en un excelente pedagogo. A este respecto decía:

Lycon: -"Hay que gobernar a los jóvenes con la vergüenza y el amor por el honor, como se usa para los caballos el espolón y la brida."

A medida que pasaron los años, logró superar su mediocre escritura y publicó algunos ensayos sobre la cuestión de la enseñanza, textos que, más tarde, fueron utilizados por sus sucesores para mejorar la enseñanza del Liceo. A diferencia de su maestro y predecesor, Lycon cuidaba mucho de él y pasaba muchas horas practicando cada semana, también prestaba especial atención a los hábitos que llevaba tan bien que se le hizo la reputación de un hombre excesivamente atento y preparado. Para él, era una cuestión de respeto y elegancia.

Lycon se convirtió en un buen consejero para los atenienses, ayudando a los eruditos y a otros personajes famosos cuando apelaban a él. Su empatía y su tendencia caritativa lo convirtieron en un hombre venerado por sus pares. Todos le reconocieron una forma de genio en el acercamiento a la teología y sus discípulos llegaron a ser tan dotados que los que los escuchaban no podían sino adherirse a las tesis aristotélicas. El escolarca fue llamado por Antíoco cuando defendió Pérgamo en los confines de la Asia menor, hacia el mar Egeo. En efecto, el rey Seléucida tenía necesidad de poner allí un teólogo, pero había descubierto una biblioteca de una amplitud poco común, tan grande como la de Alejandría. Lycon fue entonces al lugar después de largos meses de viajes con el joven Andonios para delegarlo en la reconstrucción de la biblioteca de Pérgamo. Allí conoció a quien venció a Antíoco y dio la independencia a Pérgamo. Más tarde se hizo amigo de Attale, el sucesor de Eumena y primer rey de Pérgamo. Su trabajo a su lado permitió conservar intacta la fe en Dios que Antíoco había traído a estos lejanos territorios, donó numerosas obras a la biblioteca que fue dirigida por Andonios. Así se estableció una rivalidad entre las dos bibliotecas más grandes del mundo civilizado, la de Alejandría practicaba el estudio del léxico, de los textos versos por versos, palabra por palabra. Pérgamo por el contrario, se buscaba el sentido profundo, incluso oculto, de los textos, considerando que lo que realmente significaba no correspondía necesariamente a lo que estaba escrito.

El escolarca visitó así numerosos reinos entre ellos Siria de Antíoco Theos, Esparta, Egipto, Babilonia, que declinaba desde que Seleuco I prevaleció a favor de Seléucia del Tigris. Dondequiera que pasó, el escolarca llevó a brillantes teólogos del Liceo y los presentó a los dirigentes de cada ciudad, dejándolos como consejeros y preceptores.

Lycon fue el primer escolarca en jerarquizar el Liceo y fundar así el primer borrador de una institución religiosa cuyo dogma estaba constituido por el mensaje de Aristóteles. Su reputación, junto a sus contemporáneos y a los dirigentes del mundo, le aportó un aura considerable que hizo de él el consejero de todos los que tenían Fe en el Altísimo. El escolarca dirigía así el Liceo y sus mejores discípulos, una vez que se habían convertido en profesores, se encargaban de transmitir las enseñanzas de Aristóteles. Cada semana reunía a un cenáculo, formado por sus amigos profesores, en el que cada uno tenía un papel preciso. Uno se encargaba de agrupar las solicitudes de teología fuera del instituto, otro se encargaba de archivar los discursos celebrados en el lugar público, otro estaba encargado de las relaciones con los dirigentes de los diferentes reinos que tenían los favores de Lycon. El cenáculo se convirtió en un verdadero órgano que dirigía el funcionamiento del liceo, estaba constituido por Rulon, Calino, Aristón, Ampbion, Python, Aristomaco, Heraclio y Lycomedes.


[size=18][b]Digno hasta la muerte[/b][/size]


Durante cuarenta y cuatro años, Lycon de Troade dirigió el Liceo y promulgó la teología aristotélica como proyecto de religión jerarquizada y organizada. De setenta y ocho años de edad, Lycon se había ganado la amistad de un gran número de dirigentes y había presenciado cómo un número igualmente importante moría a causa de la guerra o eran asesinados. Era reconocido en todo el mundo griego y en los reinos circundantes, incluyendo Macedonia y Egipto. Así su obra siguió siendo una de las más importantes ya que desarrolló el funcionamiento del Liceo para convertirlo en una verdadera herramienta a la gloria del Altísimo.

En sus últimos años, el escolarca sufrió un mal incurable que le obligó a caminar apoyado en un bastón. A pesar de sus dificultades, siguió enseñando a sus discípulos y aconsejando a los atenienses. Todos le pedían que descansara pero él, deseaba ante todo terminar lo que había comenzado hace mucho tiempo. En su voluntad de cambio, mientras que cada escolarca había designado hasta entonces a su sucesor, él decidió que el cenáculo del Liceo elegiría al más apto para dirigir la escuela de Aristóteles. Fue Aristón de Céos quien obtuvo los votos de sus compañeros profesores del Liceo y asumió la sucesión del escolarca.

Fue una noche de otoño en el -224 cuando murió Lycon de Troade, vestido con su más bella librea y siempre preparado como para conocer a un gran rey. Su amigo, Atalo I, declaró sobre su muerte:

Atalo I: -"No puedo silenciar la suerte de Lycon, que murió afligido por un mal sin igual; me sorprende que, teniendo que recorrer el largo camino de la otra vida y que siempre necesitó ayuda para caminar, lo hiciera en una noche."

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Gasper2011



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MessagePosté le: Lun Avr 01, 2019 9:33 am    Sujet du message: Répondre en citant

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