L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church

[Tadeita]

Semanas después de recibir la invitación de su excelencia, el Duque de Segorbe, se encontraba en Carcassone, se había separado del grupo de Valencianos con los que compartía viaje hacia los dominios papales, allí esperaba a su acompañante a la coronación del príncipe de Valencia.

Esperaba a un compañero de armas, un buen amigo, un aliado y un gran maestro de estrategia militar, aprovecharía el viaje para interrogarle sobre estrategia de asaltos, resistencia de los lienzos de murallas, mangoneles, catapultas, lebreras, todos aquello capaz de lanzar proyectiles incendiarios, ya sonría pensando en el largo camino y la interesante conversación...

El castellano llegaría en esa jornada y partirían de inmediato hacia Roma, aún les aguardaban varias jornadas de viaje, pero todo estaba previsto, llegarían a tiempo, se unirían el grupo de Valencianos en Montpellier antes de proseguir su camino.

Su familia esperaría en la ciudad santa su llegada, ellos habían partido varias semanas antes.

[william wetminster]

William se encontraba en la frontera de Castilla cuando intercepto al mensajero que venia de valencia, el hombre dijo traer una carta urgente para el señor Wetminster.

Que desea mensajero, William soy yo? pregunto

- Traigo esta carta para usted el hombre entrego la carta y William la leyo rapido.

sin esperar dejo el mando del ejercito a su general Alfonso y salio raudo hacia Carcassone, eran un largo camino que galopando dia y noche recorreria en poco tiempo, seria una linda prueba para el nuevo corcel.

tras un par de dias llego a la ciudad gabacha donde se encontraria con su amiga Tadeita.

entro en la posada y miro a los presentes, se aserco a la dama con andar pausado
lista para emprender el camino Dama Tadeita mientras sonreia, hacia tiempo que no le veia señora, como 8 meses mientras le daba un abraso a su amiga.

Lista para emprender el viaje?
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[Tadeita]

- Demasiado tiempo, Wetminster, demasiado... estoy lista, cuando digáis... le dijo dándole un abrazo. Debíamos haber elegido un rey mucho antes, ha sido la única forma de volverte a ver...

Tras varios días de viaje, entraron en la ciudad, habían llegado a Roma.

Se dirigieron hacia la Basílica de San Titos, tras mostrar la invitación a los guardias, Tadeita de la Vega y William Wetminster... Una vez dentro, buscaba con la mirada a la familia, había muchos invitados que iban llegando, no sería facil encontrarles.

[Ander295]

Mientras Ander oraba en la Iglesia de Tarragona, un joven mensajero de unos 16 años interrumpió su rezo.

-Señor, traigo una carta para usted, es de la Sede de la Iglesia Hispana.

Sin mediar palabra, Ander se levantó y camino hasta la entrada donde el mensajero le esperaba. Saco del bolsillo unas cuantos escudos y se los dió de propina a la vez que le daba las gracias por su labor. Una vez el mensajero lo dejó solo, Ander abrió la carta y la leyó.

Una gran sorpresa para Ander, que, como parte del clero, habia sido invitado a la coronación del Duque Anzo.

-Vaya... Debo de darme prisa, la ceremonia sera celebrada en la Basílica de San Tito, queda muy lejos de aquí y el camino sera duro si no encuentro a nadie que me pueda llevar.

Sin pensarselo dos veces, caminó hasta su casa y saco una bolsa que guardaba bajo la cama, en la que metió la ropa necesaria, algo de comida para los primeros días, y dinero para poder pagar las pensiones en las que pasaría algunas noches.

Al día siguiente, bien descansado, Ander emprendió su viaje con un grupo que se dirigía a Francia. A los dos días se tuvo que separar de los integrantes del grupo ya que sus caminos se separaban. Por suerte, al poco tiempo se cruzó con invitados que asistirían al coronamiento y junto a ellos terminó el viaje.

Una vez en Roma, buscó una pensión y dejó la bolsa con sus pertenencias en su habitación. Se tumbó en la cama a descansar un rato y una vez descansado, tomó un buen rato para prepararse para la coronación
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[Astaroth_14]

-sonrió¡Ambar! Me alegro de verte tan bien, espero que mi ausencia no os esté causando demasiados problemas.-sonrió-seguramente nos econtraras por alli en Otoño, queremos aprtir antes de que las lluvias hagan dificultosa la travesía...

Mientras esperaban, charlaron por bajo de diversos asuntos, especielmente sobre las correrías del gallego en tierras italianas. Mientras le hablaba sobre la batalla al norte de Massa, el joven entornó los ojos, y la sonrisa abandonó su rostro, al vislumbrar a Cyliam y Thorbard. Compuso un gesto soberbio y tan solo les dedicó un gruñido que pocas personas podrían pasar por un saludo, antes de apartarse ligeramente, dejando sitio para que Ambar se moviese y los recien llegados pudiesen ocupar un lugar en el banco.
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"Un año va. Como me muera en comunión, pienso reencarnarme y quemar Roma, por inútiles."
Príncipe de Ast(inieblas)urias. Já. Ast. Y Rey de Galicia, Castilla, León y un largo etcétera, pero eso ya no tiene chiste.

[Cyliam]

Agarrada del brazo de Thor la niña abanzo hasta Astaroth y Ambar. Vio el gesto de Ast al cual sonrio con gracia.

- Hola gruñon. Dijo la niña dandole un beso en la frente a Asta. Tras eso salto sobre Ambar colgandose de su cuello y llenandola de besos. - Ma reine hermosa, ¿Que tal estas? ¿Como fue el viaje, paso algo digno de contar?

Tras el calido saludo a Am, la niña se sento al lado de esta y se acurruco en su brazo ronroneandola, pues sabia lo mucho que le gustaba a su Ma reine que la niña rononease.
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[Dekar]

[FRP]Primero unos post del viaje en barco, será corto para no molestar mucho en el RP general[/FRP]

Un cielo veraniego, con ligera brisa de poniente. Con Barlovento firme y vela suave dejaban atrás Cerdeña.

- Amarraremos dentro de poco. Habrá que ir preparando la cabalgadura. - Dijo más para si mismo que para los que allí se encontraban.

La brisa del Mediterraneo golpeaba su rostro, como en los tiempos en los que fondeaba en Castellón. Las jornadas en mar siempre eran del agrado, el mar era pausado y tranquilo, no como las largas jornadas en el Oceano, con oleaje enbravecido.

[nospeb]

El lecho del delta del Ebro era acariciado por un cefiro sutil que aremolinaba las gotas en el aire, el cielo con nubes de algodon de azucar o por lomenos lo eran en mi imaginacion, quizas por que mientras lo admiraba asi imponente al roze de las aves a su lado apoyandose en pecho estaba su amada Taurica Arostegui D' Aramberg, el solo sentirla pegada a el hacia que cualquier momento existente tenga una magnificiencia unica e increible.
Aprovecho ese momento el Nosp para mostrale la invitacion de Anzo el padre de su amigo y compañero souler Zeian, el esposo de la reina De Aragon. Taurica asintio con una sonrisa la cual inmovilizo al Nosp, mirar cuando se reia lograba una sensacion hipnotica y febril en todo el cuerpo y espiritu del muchacho. La levanto y de la mano la llevo a su casa para que prepare sus cosas, tendrian que viajar hasta la sede del Aristotelismo que ambos profesan por que anuncia al amor universal y ellos se aman.

Nosp saco varios escuditos de su almohada, queria que su niña tenga el mejor lugar en donde dormir mientras esten en la ceremonia, recordo que debia reparar alguna herradura de sus potros y una hendidura en la madera de su carreta.

Al anochecer la paso a buscar y despidiendose de su madre y su padre partieron los largos kilometros que los separaba de la ciudad Italiana, mientras el controlaba a los caballos ella se le pegaba cerquita dandole calor y cada tanto un beso furtivo se depositava en la textura carnosa de sus rojos labios.

Tardaron muchos dias viendo pueblos, paisajes de ensueño, gente muy amistosa... pero a lo lejos divisaron a la ciudad imponente en sus construcciones con una cantidad inmensa de personas que acudian a la coronacion y que vivian en la metropolis.

La bajo del carruaje con el cuidado que ella se merece, la llevo hacia una posada muy fina y elegante en donde dormirian ambos... y fueron hasta donde se llevaria a cabo la ceremonia mostrando su invitacion y entraron de la mano

[Kalgalanos de Peñalver]

Kalgalanos partió hacia Roma a través del mediterráneo en una embarcación, el viaje fue largo y los días pasaron tranquilos junto a su familia los Peñalver.

Con ganas esperaba la coronación del futuro rey valenciano y poder presenciar el rumbo que llevaría el reino de Valencia bajo su liderazgo.

El viaje tornaba a su fin, y el urgelino se acerco a Dekar que observaba la peninsula italiana en la lejania.

"Padre, tengo ganas de llegar a la ciudad eterna, debe ser impresionante si es la mitad de bella de lo que cuentan los comerciantes"

[Nana]

Se encontraba sentada placidamente en la proa del barco junto a Lumia, observando lo que hacian los demás, especialmente Neito que manejaba el timón bajos las instrucciones de las dos.

- A babor,,, no, no tanto, a estribor... aichs dejanos a nosotras... - le dijeron algo nerviosas por la llegada a puerto - Unnn, Dekar... como se aparca esto???

[Dekar]

Dekar asintió a su hijo.

- Seguro que será estupenda. - El navio se zarandeó bruscamente, cuando Dekar exaltado se giró sobre su mismo agarrandose a la balaustrada.

- Pero que... - Gritó cuando vi a su querida esposa junto a su nieta en el timón del barco.

Una sonrisa se dibujó en sus labios y les gritó.

- Los barcos no se aparcan mi vida, amarran en los puertos. - Le dió un besito y miró a proa, viendo la multitud de barcos que se amontonaban en la entrada del puerto.

[Neopirate]

Todo vuestro señoritas

El de Peñalver se alejó de aquel condenado timón que tenía un vaivén incontrolable y se dirigió hacia su padre y su hermano.

Ahí delante está el mayor imperio que puso Dios sobre el mundo, un imperio de doblones, pluma y manto púrpura para guiar al mundo al reino de los cielos, qué buen reto para un buen rey.

Sonrió levemente y apoyando la mano en el hombro de su padre señaló con la mirada hacia el timón que era manejado por manos expertas en naufragios.

Acérquese a parar este trasto padre.
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[juanelo]

Juanelo se sentó a descansar bajo un olivo, “que mejor árbol para descansar que el viejo símbolo común de todos los pueblos mediterráneos”, pensó.

No había imaginado que el viaje hasta Roma se le haría tan cansado cuando días atrás recibió la carta que le invitaba a la coronación como rey de Valencia de Anzo, Duque de Segorbe, antiguo amigo. Era su invitación de inexcusable cumplimiento ya que la vida había hecho que no estuviesen en contacto desde hacía mucho tiempo. En estas circunstancias el viejo Juanelo no podía defraudar la confianza del futuro monarca, ya que había sido invitado como eso, como amigo ya que ahora y desde hacía ya largo tiempo no desempeñaba ningún cargo en Castilla.

Los preparativos habían sido complicados pues cuando se puso a buscar todo lo indispensable para una ceremonia de este estilo se había dado cuenta de que aquello de lo que podía disponer estaba completamente ajado o era de una antigüedad disparatada y nada compatible con los tiempos que corrían. Afortunadamente entre ahorros y prestamos de amigos, tanto de ropas como de dineros, pudo hacer un equipaje decente.

Luego vino el viaje en si mismo. Juanelo siempre había detestado las travesías marítimas, así que optó por ir por tierra. Sacar todos los salvoconductos fue, como siempre, arduo, máxime con los tiempos que corrían en Castilla. También estaba la cosa de la edad, ya no era capaz de hacer jornadas tan largas como cuando había recorrido en su juventud media Europa y tampoco sus huesos estaban como para dormir en cualquier jergón, se habían hecho más exquisitos y le pedían lugares blandos y suaves para su reposo.

Así que cuando calculó que estaban a una jornada y media de Roma y que tras tanto quebranto y tanto agobio llegaría a tiempo para la ceremonia no pudo por menos que pararse bajo ese olivo. Tras un rato se levantó, un suave viento aliviaba el calor toscano y era cosa de aprovecharlo, y diciendo a sus dos acompañantes “¡Vamos que nos esperan Roma y un Rey! Estos son dos motivos más que suficientes para que hasta un viejo como yo corra y baile.”

[Xurri]

LaDivaliant se encontraba sentada dándole el sol en la frente cuando se percató que el timón estaba en manos de su tia Nana mientras los hombres con alguna que otra cerveza en mano no dejaban de hablar sobre la tierra que proximamente pisarian.

- Por Aristóteles!! Terminaremos a la deriva como alguien no le quite eso de las manos. - pensó la Urgelina al observar el oleaje y la poca maña de Nana para manejar aquella patera.

De pronto unos gritos que provenian de la punta del mastil llamaron la atención de Xurri.

Lumia!!!!! ¿Qué haces ahi? Baja ahora mismo. - gritaba la Urgelina enfadada mientras su hija gritaba a pleno pulmón: "Tierra a la vista".

[Nana]