L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church

[mikumiku]

El caballero se tuvo que aguantar las ganas de reír. Asintió. Entonces me temo que no necesitaré un lugar propio, anfitrión. Le miró a los ojos fijamente dos segundos, y se dirigió a Cyliam. ¡Marquesa! Miku clavó una rodilla en el suelo y le dejó un beso en la mano a la pelirroja. Al levantarse le susurró algo suavemente al oído, que nadie oiría. Dio el caballero un paso atrás y le guiñó un ojo, travieso.

En seguida Miku fue a presentarse a los demás miembros de la casa Borja, la mayoría conocidos por lo menos de vista. Aun así, todavía no había tenido la ocasión de una presentación formal como mandaban los cánones.

Repartió el joven inclinaciones y besos a diestro y siniestro, haciendo conocer su agradecimiento y su nombre.

The knight had to stifle her laugh. He nodded. - Then I'm afraid I will not need a special place, my host. - He stared at his eyes during a couple seconds, and went back to Cyliam. [B] Marquesa [/ b] Miku kneeled and left her a kiss on the hand. When rising up, Miku gently whispered in his ear something that no one would hear. He gave one step back and winked, funny.
The knight then went to present himself to the other members of the house Borgia, most known at least by sight. Even so, he had not had the opportunity to make a formal presentation yet. Miku gave out many inclinations and kisses, showing his appreciation and his name.

[Elenatxa]

Sonrió ante las halagadoras palabras de Kossler, y ajena al resto de personas que de un lado a otro iban y venían saludando, sobretodo Carolum que trataba de acomodar a sus invitados, observó al Duque de Caspe con atención. Se había prestado a acompañarla él, y tan sólo él, por lo que volviendo su cuerpo hacia el resto les miró. Tal vez ellos se ofrecerían también, así que encontró apropiado preguntarles con la mirada. Sin embargo no halló respuesta alguna, por lo que dando un suspiro sonrió de nuevo al de Caspe y tomó su mano.

- Será un placer, Señor. -le respondió, tomándole después desde el brazo y guiándole hasta el interior del palacete, desembocando por último por unas escaleras que conducían a un gran pórtico y, adelantándose para abrirlo, le mostró unos grandes jardines.

Jardines que brillaban bajo el sol de Roma con fuerza, en vivos y alegres verdes de numerosos setos así como rosales y otras flores que se notaba que eran cuidadas con esmero. Se adentró hasta ellos, sin la compañía del Duque, y en cuanto se dio cuenta de que éste se había detenido en la sombra que aún le cubría bajo la enorme puerta, se volvió hacia él y le miró con persuasión.

- ¿No venís? -trataba de convidarle, y obviando el hecho de que lo haría, se tornó de nuevo hacia el frente y se acercó hacia uno de los rosales entre el enorme clamor de las aves que hacían su visita diaria en busca de alimento.- Os dije, mi señor, y no os mentía, que estos jardines son dignos de admirar.

Y como si buscara algo entre el rosal, llevó su mano hasta una rosa. La más bella y sana, y la más roja entre todas. Fue a cogerla, y al pincharse, se llevó el dedo a la boca para besarlo mientras fruncía el ceño desairada. Toda rosa tenía sus espinas, era cierto, y si no era así perdía su atractivo.

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Sorrise davanti alle allettanti parole di Kossler, ed altrui al resto di persone che di un lato ad un altro andavano e venivano salutando, soprabito Carolum che tentava di adattare i suoi invitati, osservò il Duca di Caspe con attenzione. Si era prestato ad accompagnarla egli, e solamente egli, per quello che girare il suo corpo verso il resto li guardò. Forse essi si offrirebbero anche, cosicché trovò appropriato domandarloro con lo sguardo. Tuttavia non trovò risposta alcuna, per quello che dare un sospiro sorrise di nuovo a quello di Caspe e prese la sua mano.

- Sarà un piacere, Signore. - gli rispose, prendendolo dopo dal braccio e guidandolo fino all'interno della palazzina, sboccando infine per alcune scale che conducevano ad un gran portico e, affrettandosi per aprirlo, gli mostrò alcuni grandi giardini.

Giardini che brillavano sotto il sole di Roma con forza, in vivi ed allegri verdi di numerose siepi come roseti ed altri fiori che si notava che erano curate con attenzione. Si addentrò fino ad essi, senza la compagnia del Duca, e non appena si rese conto che questo si era trattenuto nell'ombra che lo copriva ancora sotto l'enorme porta, diventò verso lui e lo guardò con persuasione.

- non venite? - tentava di invitarlo, ed ovviando il fatto che lo farebbe, Lei tornó di nuovo verso il fronte e si avvicinò verso uno dei roseti tra l'enorme clamore degli uccelli che facevano la sua visita giornaliera alla ricerca di alimento.- Os dissi, il mio signore, e non vi mentiva che questi giardini sono degni di ammirare.

E come se cercasse qualcosa tra il roseto, portò la sua mano fino ad una rosa. La più bella e sana, e la più rossa tra tutte. Andò a prenderla, e pungendosi, si portò il dito alla bocca per baciarlo mentre corrugava il cipiglio disprezzata. Ogni rosa aveva le sue spine, era certo, e se non era così perdeva la sua attrattiva.
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Il pericolo numero uno... Los Borgia.

[Kossler]

Kossler se quedó detenido, ante el umbral de la puerta mientras observaba la belleza de aquel jardín... y de algo más. Y así permaneció un rato, disperso, hasta que la Reina le llamó la atención muy sutilmente. El de Caspe volvió su mirada hacia Elena y se dirigió hacia ella. En esos momentos su Majestad trató de coger una rosa, pinchándose. Kossler se acercó dulcemente a la Reina.

-Si me permitís...

La Reina asintió y tendió la mano, donde el dedo derramaba sangre carmesí. Lo de la sangre azul debía de ser un mito supuso el caspolino. El Duque extrajo un pañuelo de su capa y lo ató con esmero al dedo de la joven reina, para que este dejara de sangrar. A continuación el de Mequinenza se acercó al rosal y cogió una rosa, con cuidado para no pincharse él también. Sus pétalos le recordaron a las rosadas mejillas de la Reina, así como también sus espinas.

Entonces Kossler se situó frente a la Reina de nuevo y postró una rodilla en el suelo, tendiendo la rosa a la monarca.

-Majestad. -Dijo el caspolino entregándole la rosa, que la de Trastámara cogió con gusto.

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Kossler rimase detenuto, davanti alla soglia della porta mentre osservava la bellezza di quello giardino... e di qualcosa più. E così rimase un momento, disperso, fino a che la Regina lo chiamò molto sottilmente l'attenzione. Il Duca di Caspe girò il suo sguardo verso Elena e si diresse verso lei. In quelli momenti la sua Maestà tentò di prendere una rosa, pungendosi. Kossler si avvicinò dolcemente alla Regina.

-Se mi permettete...

La Regna assentì e tese la mano, dove il dito rovesciava sangue cremisi. Quello del sangue azzurro doveva essere un mito suppose il caspolino. Il Duca estrasse un fazzoletto della sua cappa e lo legò con attenzione al dito della giovane regna, affinché questo smettesse di sanguinare. Di seguito quello di Mequinenza si avvicinò al roseto e prese una rosa, con attenzione per non pungersi egli anche. I suoi petali ricordarono alle rosate guance della Regina, così come le sue spine.

Allora Kossler si situò di fronte alla Regina di nuova e prostrò un ginocchio nel suolo, tendendo la rosa al monarca.

-Maestà. -Disse il caspolino consegnandogli la rosa che quella di Trastámara prese con gusto.
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[Elenatxa]

Se sorprendió ante la galantería del de Castelldú, por lo que siguiendo su juego dejó que este tomara su mano para sanar la minúscula herida mientras asentía. Y la sangre roja, sangre de una verdadera Borja (o en su versión italianizada, Borgia), procuraba salir de su lugar, ver el mundo exterior y demostrar que aquellas leyendas de que la sangre azul pertenecía a la realeza eran simples tonterías, o síntoma de exceso de endogamia.
Pero ella siempre prefirió ser de sangre roja. Pues el rojo era el color dominante de sus armas. Además, el rojo siempre había sido significado de fuerza, de peligro, de pasión. Todas las cualidades que poseía.
Y observó detenidamente a Kossler, correspondiendo a cuantos halagos éste la ofrecía así como atenciones, y clavando su verde mirada en la de él, una vez más, observó cómo éste se arrodillaba y le entregaba la rosa que antes intentara coger.

Tenía gracia. Ni si quiera una rosa, indefensa a simple vista, se le resistía: todo se dejaba vencer según los deseos de la soberana.

- Duque, no os creía tan galante con las damas. -le dijo, sonriendo con malicia, cogiendo al tiempo la rosa para llevársela después a la altura de sus labios y olerla.


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Si sorprese davanti alla galanteria di quello di Castelldú, per quello che seguire il suo gioco lasciò che questo prendesse la sua mano per guarire la minuscola ferita mentre assentiva. Ed il sangue rosso, sangue di una vero Borja, o nella sua versione italianizzata, Borgia, cercava di uscire dal suo posto, vedere il mondo esterno e dimostrare che quelle leggende che il sangue azzurro apparteneva alla regalità erano semplici sciocchezze, o sintomo di eccesso di endogamia. Ma ella preferì sempre essere di sangue rossa. Perché il rosso era il colore dominante delle sue armi. Inoltre, il rosso era stato sempre significato di forza, di pericolo, di passione. Tutte le qualità che possedeva.
Ed osservò attentamente a Kossler, corrispondendo a quante lusinghe questo l'offriva come attenzioni, ed inchiodando il suo verde sguardo in quella di lui, un'altra volta, osservò come questo si inginocchiava e gli consegnava la rosa che prima cercasse di prendere.

Era divertente. Né se voglia una rosa, indifesa a prima vista, gli ero resistito: tutto si lasciava vincere secondo i desideri della sovrana.

- Duca, non vi credeva tanto galante con le dame. - gli disse, sorridendo con malizia, prendendo al tempo la rosa per portarsila dopo all'altezza delle sue labbra ed annusarla.
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Il pericolo numero uno... Los Borgia.

[Kossler]

Kossler seguía aún arrodillado ante la Reina, que cogió la rosa y la olió. Pero no todo había terminado ahí.

-Majestad. -Dijo el Duque de Caspe tragando saliva. -Poco puedo ofreceros yo a vos, pues vos sois Reina y yo solo un humilde Duque de sangre plebeya. -Dijo Kossler suavemente. -Pero sí hay algo que puedo ofreceros. Mi amor y devoción.

Y tragando saliva Kossler soltó lo que llevaba tiempo carcomiendo su corazón por dentro.

-Elena de Trastámara, Reina de Castilla y León, ¿queréis casaros conmigo?

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Kossler seguiva ancora inginocchiato davanti alla Regina che prese la rosa e l'annusò. Ma non tutto aveva finito lì.

-Maestà. -Disse il Duca di Caspe inghiottendo saliva. -Poco posso offrirvi io a vos, perché vos siete Regina ed io suolo un umile Duca di sangue plebea. -Disse soavemente Kossler. -Ma sì c'è qualcosa che posso offrirvi. Il mio amore e devozione.

Y inghiottendo saliva Kossler sciolse quello che portava tempo tarlando all'interno il suo cuore.

-Elena di Trastámara, Regina della Castiglia e Leone, volete sposarvi con me?
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[Cyliam]

La joven arrugo la nariz ante aquel beso en la mano, tanto tiempo siendo noble pero aun no se acostumbraba a ese tipo de tratamientos, aun asi sonrio agradecida y dejo que Miku se escapara a saludar al resto.

- ¿Y que hago yo ahora? Dijo mirando el cielo despejado. - Bueno, me ire a cotillear quizas haya algo divertido que hacer. Pero antes de irse engancho del cuello de la camisa a uno de los zagales que iban y venian cargando los equipajes de los recien llegados. - Zagal, ¿ves aquel petate gigante de alli? Señalo con la cabeza. - Pues es mio, y quiero que lo lleves a mmmm los aposentos que me hayan sido... bueno eso que lo lleves a donde yo tenga que dormir y de paso prepara dos camas separadas. A si y los bollos del petate estan contados, asi que si te comes uno solo te arrancare la lengua. Finalizo esbozando una sonrisa de chica buena, sin tener ella nada de eso.

- Pues ale yo me voy a cotillear. Y se alejo lanzada a la aventura, dando saltitos.
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La ragazza arricciò il naso in quel bacio sulla mano, così tanto tempo di essere nobile, ma ancora non abituata a quel tipo di trattamento, anche se sorriso così riconoscente e lasciare Miku scappato a salutare il resto.

- E che cosa devo fare adesso? Disse guardando il cielo. - Beh, forse andrò al gossip c'è qualcosa di divertente da fare. Ma prima di lasciare agganciato il collare di uno dei ragazzi che andavano e venivano portando i bagagli dei nuovi arrivati​​. - Zagal, lo vedi che lo zaino gigante lì? Puntato verso di lei. - Come è mia, e voglio portarla al trimestri mmmm sono stato ... bene che lo porti a dove devo dormire e passo prepara due letti separati. A se il tappetino e rulli sono numerati in modo che se si mangia quello che porti giù la lingua. Si è concluso con un sorriso di brava ragazza, senza di lei nulla di tutto ciò.

- Per il tedesco ho intenzione di gossip. E buttato via l'avventura, hopping.
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[Elenatxa]

Observó la escena. Trató de estudiarla. Ah, por Dios, justo entonces...

- Elena de Trastámara, Reina de Castilla y León, ¿queréis casaros conmigo? -le había dicho el de Castelldú, con tal elocuencia que la propia Reina retrocedió un paso.

Retrocedió un paso, y además le escrutó de arriba abajo. De pronto su instinto felino afloró y llevó su mano al cuello desde la siniestra, acariciándolo y llevándolo después hasta el collar de oro y perlas del cual pendía una esmeralda, regalo de su difunto marido. Se debatía entre dos opciones, un sí y un no. Y ambas eran considerables, con sus pro y sus contra.
Reparó entonces en la mirada de Kossler, en el gesto que éste tenía y sobretodo en que seguía arrodillado. Torturarle algunos segundos más con aquella indecisión era, sin duda alguna, plato sibarita. Pero el Sol poco a poco iba desapareciendo, y el Astro Rey pronto se ocultaría tras el horizonte de la vieja Roma. Y a la noche, ella confiaba poder disfrutar de una buena cena... junto a una agradable compañía. Y por supuesto, de un aún mejor postre.

- Alzaos. -le ordenó, y cuando lo hizo, le miró a los ojos, como tantas otras veces fue haciendo. Y fue descendiendo, observando la camisa mal arreglada, después su espada y por último sus manos. Tomó una, y posando la palma de su mano con la de él hizo que la alzara, manteniendo su glauca e inquietante mirada inmóvil. Por último, le echó un vistazo de soslayo.- ¿Creéis que sois digno?

Estudió de nuevo su gesto. No supo interpretar entonces qué era lo que estaba pensando, pero ella ya sabía una respuesta.
Y soltó su mano, y dejó que cayera mientras ella llevaba la suya hasta el mentón del Duque, en livianos movimientos. Y la alzó, y le observó desafiante, y volvió a apartar su mano para acercar su rostro y atrapar la comisura de sus labios con los suyos, que apenas rozaban los de él, en promesa de algo. Pero, ¿promesa de qué? De una respuesta tal vez.

Y se apartó, y le miró incrédula, y aquel verde abismo que sostenía las pupilas de la atractiva rubia aumentó de manera considerable. Ya había oscurecido, pronto sería la hora de la cena, y ella se mantenía allí, frente a él. Alejándose cada vez más.

- Será Nicolás Borgia quien responda a tal... -rebló, dejando caer el pañuelo tras de sí, y al darse la media vuelta se lamió la herida que la rosa procuró, cual gata en su acicalamiento diario.- ...ofensa.

Se retiró, a paso ligero, desvaneciéndose por entre un pasadizo de los que tan sólo su familia era testigo, y dejando como único rastro la rosa que al día siguiente amanecería marchita.

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Osservò la scena. Tentò di studiarla. Ah, per Dio, giostro allora...


- Elena di Trastámara, Regina della Castiglia e Leone, volete sposarvi con me? - gli aveva detto quello di Castelldú, con tale eloquenza che la propria Regina retrocedè un passo.


Retrocedè un passo, ed inoltre lo scrutò dall'alto in basso. All'improvviso il suo istinto felino affiorò e portò la sua mano al collo dalla sinistro, accarezzandolo e portandolo dopo fino alla collana di oro e perle del quale pendeva un smeraldo, regalo di suo defunto marito. Si dibatteva in due non opzioni, un sé ed un. Ed entrambe erano considerabili, col suo pro e suoi contro.
Riflettè allora sullo sguardo di Kossler, nel gesto che questo aveva e soprabito in cui seguiva inginocchiato. Torturarlo alcuni secondi più con quell'indecisione era, senza alcun dubbio, piatto sibarita. Ma a poco a poco il Sole continuava a sparire, e l'Astro Re pronto si nasconderebbe dietro l'orizzonte dalla vecchia Roma. Ed alla notte, ella confidava potere godere di una buona cena... vicino ad una gradevole compagnia. Ed ovviamente, di un ancora meglio dolce.


- Alzavi. - l'ordinò, e quando lo fece, guardò agli occhi, come tante altre volte fu facendo. E fu discendendo, osservando la camicia cattiva sistemata, dopo la sua spada ed infine le sue mani. Prese una, e posando la palma della sua mano con quella di lui fece che l'alzasse, mantenendo il suo glauco ed inquietante sguardo immobile. Infine, gli diede di sbieco un'occhiata.- Crees che siete degno?


Studiò di nuovo il suo gesto. Non seppe interpretare allora che cosa era quello che stava pensando, ma ella sapeva già una risposta.
E sciolse la sua mano, e lasciò che cadesse mentre ella portava la sua fino al mento del Duca, i leggeri movimenti. E l'alzò, e l'osservò provocatorio, e tornò a separare la sua mano per avvicinare il suo viso ed acchiappare la commessura delle sue labbra coi suoi che sfioravano appena quelli di lui, in promessa di qualcosa. Ma, promessa di che cosa? Di una risposta forse.

E si allontanò, e lo guardò incredula, e quello verde abisso che sosteneva le pupille dell'attraente bionda aumentò in maniera considerabile. Aveva oscurato già, pronto sarebbe l'ora della cena, ed ella si manteneva lì, di fronte a lui. Allontanandosi sempre di più.

- Sarà Nicolás Borgia che risponda a tale... - retrocedè, lasciando cadere il fazzoletto oltre a sé, e dandosi la calza rovesciata si leccò la ferita che la rosa procurò quale gatta nella sua acconciatura giornaliera.-...offesa.

Si ritirò, a passo leggero, svanendo per tra un corridoio dei quali solamente la sua famiglia era testimone, e lasciando come unico rastrello la rosa che albeggerebbe al giorno dopo appassita.
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Il pericolo numero uno... Los Borgia.

[Kossler]

Kossler siguió un rato arrodillado. Por suerte se había apoyado bien y podria estarse así un buen rato si era menester. La Reina parecía eternizar el momento para mantener al caspolino postrado a sus pies. Entonces, cuando la Reina le indicó que se alzara el de Castelldú se levantó y se irguió ante la monarca castellana. La mirada de Elena le desafió.

-Si no me creyera digno no os lo hubiera dicho, Majestad.

Y entonces la Reina posó la mano en su mentón, acercando la faz del Duque a la suya cuyos labios casi se rozaban. Entonces la monarca se apartó e indicó que Nicolás Borgia responderia ante tal... el de Castelldú no supo cual era la última palabra. Entonces, se retiró por un pasillo, dejandose el pañuelo con el que el Duque había envuelto su dedo. El Duque de Caspe cogió el pañuelo y doblandolo cuidadosamente lo guardó. Luego volvió al interior del Palacete. Por allí vió un sirviente, que le advirtió que era la hora de cenar.

-Decidme, ¿dónde está el comedor? -Dijo el caspolino al criado.

El criado señaló un pasillo.

-Por allí lo verá Excelencia.

Kossler siguió el camino indicado y llegó por fin al comedor, donde la mayoria yacían ya sentados.

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Kossler continuato in ginocchio per un po. Per fortuna era ben supportato e potrebbe così essere un buon momento, se necessario. La regina incominciò a perpetuare il momento di mantenere la Caspolino prostrato ai suoi piedi. Così, quando la regina gli ha detto di alzare il Castelldú di rosa e si fermò davanti al monarca spagnolo. Elena lo sguardo di lui in discussione.

-Se non mi credete pena l'avrei detto, Maestà.

E poi la regina mise una mano sul mento, portando il volto del Duca al suo aver quasi toccato le sue labbra. Allora il re si voltò e disse che Nicola Borgia avrebbe risposto a tali ... Castelldú non sapeva che di cui è stata l'ultima parola. Poi si ritirò in un corridoio, lasciando il tessuto con cui il Duca aveva avvolto il suo dito. Il duca di Caspe prese il fazzoletto e con attenzione piegarlo via. Poi di nuovo nel Mansion. Perché ci vide un servo che lo avvertì che era ora di cena.

-Mi dica, dove si trova la sala da pranzo? -Ha detto il servo Caspolino.

Il servo indicò un corridoio.

-Perché ci si Excellence.

Kossler seguito la strada giusta e finalmente raggiunto la sala da pranzo, dove la maggior parte giacevano e seduta.
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[mikumiku]

Había ido observando que la gente se recluía hacia el interior del palacio, así que decidió imitarles. Para descubrir la habitación de la pelirroja el caballero se limitó a acompañar a aquel sirviente que llevaba los petates, con quien entabló alguna conversación sencilla. Al fin y al cabo, el castellano y el italiano no eran muy diferentes.

Llegó Miku a la habitación, preparada tal como ella había ordenado. De nuevo brillaba el servicio de la clase alta, en cada detalle bien colocado y en las palabras del criado. El caballero dio las gracias y lanzó el mustio sombrero contra una silla cuando se fue, mientras se alisaba el cabello. Dejó la capa polvorienta colgada de alguna esquina y se vistió algo mejor, camisa de manga ancha y calzones al estilo de la zona, pero sin ostentar nada. Se miró al espejo, un poco extrañado todavía con su nuevo aspecto.

Tenía la cabeza llena de preguntas, con respuesta y sin. Estaban pasando muchas cosas. Miku se llevó la mano a la frente, y sin saber muy bien cómo acabó acostado un rato en la cama, hecho polvo. El cerebro del joven sólo evitó que cayera en el sueño bombardeándolo con más pensamientos. Decidió ir yendo, por relajarse un poco.

Más tarde apareció por el comedor, sin serle difícil encontrarlo siguiendo la corriente de gente. Se quedó el joven por allí andando, contemplando los cuadros y tapices que daban vida al recinto.

He had been observing that people were leaving to enter the palace , so the knight decided to go in. To find out the redhead's room he simply accompanied the servant who carried the backpacks, with whom he began a conversation easily. At the end, Spanish and Italian were not very different.

Miku came into the room, prepared as Cyliam ordered. The high class shone again. The knight thanked the servant and threw his hat into a chair while he smoothed his hair. The dusty cloak was left hanging from a corner and Miku suited up some elegant, with a wide-sleeved shirt and trousers in the style of the area. He looked in the mirror, still a bit surprised with his new look.

Later he came into the dining room, not really hard to find. It was the young man there walking, contemplating the paintings and tapestries that gave life to the site.

[Nicolino]

El Borja ya se estaba poniendo inquieto al ver que su prima no llegaba. Y con mucho recelo había mirado al de Caspe cuando la invitaba a los jardines. Llevó por un instante su mano a su empuñadura, pero se abstuvo, viendo que él ya estaba lejos, y ya tendría una próxima oportunidad de revancha. Confió sin embargo, en el buen gusto de su prima, que esperaba estuviera por sobre las ganas de jugar con aquel Duque o cualquier palabra empalagosa que éste pudiera pronunciar.

Mas el tiempo pasaba, y Nicolás se mantenía expectante, y sinfín de pensamientos asediaban su mente, que no tenía descanso posible ante el abanico de probables hechos que podrían estarse manifestando mientras él se hallaba allí, parado, oyendo (mas no escuchando), las palabras del Barón de Illueca, el viejo Zebaz, cuyas experiencias de vida y reproches contra la misma ya le parecían demasiado abrumadores y rayaban el limite de lo para él tolerable. Estuvo a punto de bostezar y retirarse a la cama cuando se llevó las manos a las sienes y cerró los ojos, mas se contuvo, y disculpándose, anunció que iría dónde la bodega para ver si aún quedaba algo de aquel vino de Borgoña tan dulce al paladar que tanto le gustaba.

Mas mintió, y tras perderse en una secuencia de pasillos que solo él y unos pocos más tenían la gracia de recordar, acabó en un pasadizo de los que interconectaban el Palacete, además de con una antigua Iglesia y una salida de escape hacia la cripta, con los jardines. Y fue de su suerte coincidir con quién iba a buscar entre las húmedas paredes de aquel pasaje. Una extraña expresión se dibujó en el rostro del Borgia, y tomando a su prima de los hombros, la miró a los ojos, para finalmente abrazarla y darle un beso en cada mejilla, con gran afecto, pues de verdad se alegraba de verla, y lejos del caspolí.

-¿Te ha hecho algo ese stronzo?¿Qué te dijo, prima mía? Como haya osado atreverse a...¡Sí, ya verá!¡Le quebraré las piernas, y tendrá que arrastrarse por el suelo cómo rata que es!¡Verá lo que le sucede a quienes se meten con un Borja!¡Lo juro por Christos!-exclamó, escudriñando con la mirada el rostro de Elena, y esperando le interrumpiera en cualquier momento...
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A schism? Just try it. I will strip you of all you have...

[Elenatxa]

Caminaba rápido, despreocupada. Quizá por ello fuera que se vio sorprendida en cuanto Nicolás la sorprendió por aquellos pasadizos que, obviamente, tan sólo conocían aquellos cuyo apellido Borja les marcaba.
Se llevó la mano al corazón y seguidamente respiró varias veces, tratando de controlar la respiración acelerada que hacía que su pecho subiese y bajase descontrolado; tenía los ojos cerrados, y en cuanto los abrió, halló ante sí un Nicolás alterado. Jamás le había visto así, de hecho. Y ello le halagaba.

Aparentando tranquilidad, le tomó las manos y le sonrió fraternalmente, acercándose después a sus brazos y refugiándose bajo estos al tiempo que le obligaba a avanzar en dirección contraria a la de él.

- Pues... -comenzó a decir, tal vez dudando- Me pidió matrimonio. Y, Prefecto, como habéis de comprender, no respondí. -cerró los ojos un instante, cansada. Después volvió a abrirlos y continuó antes de que su primo comenzase a vociferar- Obviamente respondí que seríais vos quien diera respuesta a tal, por lo que... Queda a vuestro cargo el muerto.

Su ironía resultaba al mismo tiempo una sugerencia. Y, suponía, ello hizo que Nicolás se echase a reír de pronto. Pero en sus ojos lograba adivinar poder, y la satisfacción de quien lo alcanza, por lo que no se distrajo con minucias. Era la hora de cenar, les estarían esperando y, maldita sea, tenía hambre.

- ¿Os parece si lo conversamos durante la cena? Estoy segura de que será un buen tema de conversación. Además, no hagamos esperar a Carolum; o mejor dicho, no le demos tiempo a que envenene vuestro plato. -y se echó a reír, aún aferrada al brazo de su primo- Ya sabéis lo rencoroso que es.

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Camminava rapido, spensierata. Chissà per ciò fosse che si vide sorpresa non appena Nicolás la sorprese per quelli corridoi che, ovviamente, solamente conoscevano quegli il cui cognome Borja li segnava.
Si portò la mano al cuore ed ininterrottamente respirò varie volte, tentando di controllare la respirazione accelerata che faceva che il suo petto salisse ed abbassasse descontrolado; aveva gli occhi chiusi, e non appena li aprì, trovò davanti a sé un Nicolás distorto. Non l'aveva visto mai così, in realtà. E ciò lo lusingava.

Dimostrando tranquillità, lo prese le mani e gli sorrise fraternamente, avvicinandosi dopo alle sue braccia e rifugiandosi abbasso questi al tempo che l'obbligava ad avanzare in direzione contraria a quella di lui.

- Perché... - cominciò a dire, forse dubitando - Me chiese matrimonio. E, Prefetto, come dovete comprendere, non risposi. - chiuse gli occhi un istante, stanca. Poi tornò ad aprirli e continuò prima che suo cugino cominciasse a vociferare - Obviamente risposi che sareste vos che desse risposta a tale, per quello che... Rimane al vostro carico il morto.

La sua ironia risultava contemporaneamente un suggerimento. E, supponeva, ciò fece che Nicolás Lei cominciasse a ridere all'improvviso. Ma nei suoi occhi riusciva ad indovinare potere, e la soddisfazione di chi lo raggiunge, per quello che non si distrarsi con minuzie. Era l'ora di cena, starebbero aspettandoli e, maledetta sia, aveva fame.


- vi sembra se lo conversiamo durante la cena? Sono sicura che sarà un buon tema di conversazione. Inoltre, non facciamo sperare a Carolum; o per meglio dire, non gli dare tempo a che avveleni il vostro piatto. - e si mise a ridere, ancora afferrata al braccio di suo cugino - Ya sapete la cosa rancorosa che è.
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Il pericolo numero uno... Los Borgia.

[Nicolino]

Había oído lo expuesto, y realmente se alivió al saber que sólo le había propuesto matrimonio. Se soprendió sin embargo al ver que aquel Duque era tan osado de intentar aquello, en la propia casa de los Borgia, y en el momento menos indicado: en Sede Vacante. Rió al percatarse de que tan seguro se hallaba aquel de lograr su cometido, que se atrevía a una locura semejante.

-Me será un placer despach...rechazar a ese pretendiente por vos, prima mía.-dijo, tomándola del brazo y esbozando una sonrisa socarrona, encaminándose hasta el salón.
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A schism? Just try it. I will strip you of all you have...

[Cyliam]

Se acercaba la hora de la cena, aunque mas que por hambre la joven noto cierto aroma apetitoso que llamo su atencion. Volvio sus pasos atras buscando la habitacion que le habia sido asignada, ya se habia perdido varias veces por los pasillos de aquel palacete, pero siempre podia encontrar a alguno de los muchos sirvientes para que la guiaran nuevamente. Tras encontrar la habitacion y sacar varios vestidos del petate dejandolos todos sobre la cama encontro el modelo adecuado, uno estilo corsario, una camisa que dejaba al descuvierto hombro y vientre, acompañada de unos pantalones bombachos parecidos a los ropajes arabes. Era un modelo atrevido, como ella.
Tras salir de la habitacion siguio el aroma de la comida que la llevaron hasta el comedor.

- Bueno, ya estoy aqui, ¿cuando llega la comida? ¿Y que os parece mi modelito?
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L'ora della cena, ma più che i giovani affamati aroma stuzzicante notato che alcuni chiamano la loro attenzione. Trasformato i suoi passi indietro alla ricerca per la camera che era stato assegnato, e si perse più volte per i corridoi di questo palazzo, ma potrebbe sempre trovare uno dei tanti servi di guidare di nuovo. Dopo aver trovato la camera e fare diversi zaino abiti sul letto, lasciando tutti trovato il modello giusto, come un pirata, una camicia che ha lasciato la spalla descuvierto e pancia, accompagnato da un calzoncini come le vesti arabe. E 'stato un modello audace come lei. Dopo aver lasciato la stanza seguito l'aroma del cibo è stata effettuata alla sala da pranzo.

- Beh, io sono qui, quando il cibo arriva? E cosa ne pensi del mio vestito?
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