L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church

[Nicolino]

El Inquisidor la miró con desdén. No entendía como a aquella mujer podía molestarle aquello. No había utilizado la violencia en ningún momento, y no había dado causa de grito y pataleo. Siquiera había ordenado a los verdugos que trajeran la intimidatoria "pera del dolor", o una cuna de judas, solo para presumir.

Pero se encogió de hombros, y dijo:

-Bueno, habéis admitido que reconocéis nuestra Fe como la Verdadera. Que Dios os bendiga, y tengáis un buen regreso a vuestro hogar. Damos por terminado el juicio a Cyliam di Veneto.

Acto seguido, continuó diciendo, con solemnidad, volviéndose hacia Asdrubal, con quién hubiera comenzado el debate...

-Asdrubal de la Barca, os llamo ante este Tribunal, que os juzgará en nombre del Altísimo, por medio de sus Ministros en la Tierra. Sólo la verdad podrá salir de vuestros labios, pues juráis por el Libro de las Virtudes, y el perjurio está condenado no solo al oprobio por deshonor, sino con el Infierno Lunar en la vida siguiente.

¿Sabéis, Asdrubal, de qué se os acusa?
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[Asdrubal1]

Había permanecido taciturno ante la vorágine que se desató, Ferrante saliendo de la estancia ante las diatribas de un loco que, voz en grito, había irrumpido en la sala soltando toda una suerte de insensateces a cada cual más fuera de lugar, por ello cuando al fin fue llamado a declarar, hubo de reprimir una sonrisa triunfal, pues hastiado de la larga espera estaba empezando a considerar que el juicio se extendería hasta el día del Juicio.

-Sí sé de lo que se me acusa-Dijo con voz seria y ojos brillantes-Aunque aun no me hayáis explicado muy bien por qué o con qué.
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[Nicolino]

Finalmente. El Borja tomó una vez más la palabra, viendo a Asdrubal. Intentó examinar su rostro. ¿Acaso el acusado estaba disfrutando aquello?¿Realmente le resultaba grato estar ante el Tribunal?. Se preguntó si aún podría utilizar alguno de sus ardides, que jugara como última carta...

-Se os acusa de sectario, siendo parte del clero de la Fe Reformada. Se os acusa de herejía, pues profesáis esa Fe. Se os acusa de profanación de un templo, blasfemia ante el dogma y de asesinato de un ministro de Dios.

Hizo una pausa, y con pasos pesados que resonaban en el salón, se paseó delante del acusado. El Inquisidor se veía inquieto. Y decidió continuar, diciendo:

-Vuestros crímenes son graves, y cualesquiera que fuera la pena, no os alcanzaría esta vida para cumplir una condena justa, siendo la Eternidad en el Infierno Lunar, la principal pena que el Altísimo os impondrá.

¿Cómo os declaráis de esos cargos?¿Tenéis, acaso, algo más que decir en vuestra defensa?
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[Asdrubal1]

Escuchó con parsimonia la enumeración de sus cargos, sosteniendo la mirada al Borgia, no temía al desenlace de aquello, sabía bien en qué terminaría, era consciente pues de que aquel proceso había revestido desde el primer momento de farsa y drama. No era sino la representación de un último papel en el cual el juez actuaba como árbitro y parte, un procedimiento por tanto que adolecía de vicio por todos lados, esta y otras razones eran las causantes de su esbozo de sonrisa, o su sardónico tono al contestar al inquisidor;

-No culpable-Dijo con voz clara, para luego añadir-No tengo mucho más que alegar en mi defensa que lo que he ido añadiendo a las acotaciones de vuestros testigos, vos solo habéis conseguido relacionarme circunstancialmente con los hechos, me acusáis de ser parte del clero de una Fe Reformada que propugna la abolición de tal institución, a continuación a partir de esta primera premisa no constatada me añadís el cargo de hereje, sin siquiera haber los testigos haber aportado prueba alguna de mi participación directa en ningún rito herético, solo una invitación para un evento futuro, que en aras de la irretroactividad de las leyes, no sé hasta que punto podéis sostenerlo, así mismo decís que he profanado un templo, cuando vuestras pruebas solo apuntan que estaba en el lugar y momento en el que se dio la profanación, su Majestad Froda, en paz descanse, paradigma de monarca aristotélica, también estaba allí, traigamos sus exequias para ser aquí juzgadas póstumamente Borgia.

Tomó aire y se detuvo, de lo último era fácil desembarazarse;

Lo del ministro de Dios no me termina de quedar claro ¿Os referís acaso del diácono auxiliar muerto en extrañas circunstancias a los pies del altar de la iglesia de Burgos? No puede ser, me encontraba de viaje junto con Froda hacia el sur de Francia junto con la Comitiva Real, cientos de lacayos, escuderos, nobles y soldados pueden atestiguar mi presencia. Espero que tengáis a bien explicar como yo, sin poseer el don de la ubicuidad pude matar a un diácono de la Iglesia, estando en el sur de Francia. Una vez más vuestras acusaciones sin fundamento trastabillan, circunstancias, extrañas sí, pero no impugnables, son las que alegáis, espero que la maternal Iglesia que acoge a este Tribunal no condene por causas tan baladíes.
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[Nicolino]

Asdrubal era, pese a todo, una persona inteligente. En el fondo sentía cierta pena de que la Iglesia Aristotélica lo hubiera perdido. Quizás hubiera sido un buen Rector del Seminario hispánico, o un buen Arcediano, o quizás, hubiera decidido ordenarse. ¿Por qué se habría desviado?¿Por qué habría abandonado el esplendor y los palacios de Roma, por un futuro incierto?. Nicolás llevó una mano a su barbilla ante los argumentos del presunto reformado, y respondió:

-Los testigos han sido claros, y si reunimos todos sus testimonios, analizándolos como un todo relacionado...¿Creéis que la presencia de alguien en una Colegiata profanada, quien además ha sido acusado por una anciana de asesinar a un diácono auxiliar, y aparte figurase como parte de un ritual de matrimonio reformado, son puras casualidades?

-Quizás pudiera ser una "prueba circunstancial" una de las evidencias presentadas, mas todas apuntan a lo mismo, en plena consonancia, no conociéndose entre si todos quienes aportaran pruebas como para apelar que sois presa de una vil conspiración orquestada por algún advenedizo Borgia, que deseara vuestra ruina...-"porque amenazásteis a mi prima, aquella vez, en la Plaza Mayor". A pesar de que hubiera intentado mantener la neutralidad durante aquel proceso, el Borja aún recordaba nítidamente cómo había acabado en aquella ocasión con la hoja de su espada en el gaznate del Barca, en un altercado que latía en su memoria. O cuando él era aún más joven, en la Guerra de Caspe. También habían sido rivales. Pero eran otros tiempos, claro estaba. Ahora, sólo quería llevarlo a la hoguera, costara lo que costara...

Sin embargo, el Inquisidor, se retiraría argumentalmente a una posición infranqueable.

-Aún así, Asdrubal, aún aceptando que todas las pruebas fueran falsas...si fuérais aristotélico de corazón...correspondería a mi preguntaros, y lo hago, bajo juramento y con la mano sobre el Libro de las Virtudes:

¿Consideráis que la Reforma es, entonces, pues negáis los cargos, una vil herejía, y abjuráis de ella o de cualquier relación de vuestro nombre con la misma?¿Escupís sobre el nombre de Averroes, y la blasfemia que es considerarlo Profeta?¿Consideráis que los desviacionistas arderán en el Infierno Lunar?

¿Y juráis lealtad al Pontífice, al Dogma Aristotélico y al Derecho Canónico?¿Juráis haberlo respetado siempre, y juráis reconocer enteramente el Dogma aristotélico y que la Iglesia Aristotélica es la Única y Verdadera portadora de la Fe?

En sus labios se dibujó una sonrisa maliciosa. Al pronunciar esas palabras, cualquiera fuera la respuesta de Asdrubal, el Inquisidor habría ganado.
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[Asdrubal1]

Se había esperado esa pregunta, aquel proceso ya estaba predeterminado de antemano, ya fuera por la predisposición del juez, tan imparcial como humilde era el de la Barca, y es que no era la primera vez que el valenciano y el burgalés se encontraban, en el pasado habían entablado otras lides, ya fuera en Caspe en la época de los asedios, como en los debates en tiempos de Hanseatic I. Esbozó la sonrisa con la que había entrado en la sala, tan sardónica como sarcástico fueron sus palabras;

-La claridad de vuestros testigos y sus testimonios son tan clarividentes como un día de niebla Borgia, vuestras pruebas son circunstanciales, no hay entre ellos nadie que pueda afirmar o señalarme en mi condición de Reformado, mas no temáis, ¡habrá de ser el hereje el que se acuse del pecado!

Tomó aire para continuar, ya en pie;

-¡No, no niego los cargos, jamás los he negado, he negado vuestra capacidad para probarlos! La Inquisición de la zorra de Roma, la Oanilonia de nuestros días os ha concedido plenos poderes en la zona hispánica para probar la herejía de quien habéis acusado y con vagas palabras y difusos testimonios habéis fundamentado y orquestado un juicio que se tambalea por su propio peso-Tenía pensado hacer de su último alegato un monumento a la oratoria, en su mente recordaba sus discursos sobre política en el Principat-Si este proceso no se hunde tal y como han zozobrado los demás, ya fuere con el Cardenal Lagunas o como el antiguo Cardenal de Muntaner es por la propia perseverancia del juez, a quien lejos de motivarle el celo religioso, su forma de actuar atiende a otras oscuras motivaciones. La corrupción de la Curia, la malversación de la figuras que dirigen la Iglesia es el motivo de la Reforma, ¡los pastores han envilecido a las ovejas y con ellas los lobos capitalinos se dan un festín! Antes los Tres me den muerte que jurar lealtad a un pontífice falso al cual la feligresía aristotélica idolatra en una bacanal de falsa religiosidad. Quousque tandem abutere, Nicolino, patientia nostra?*

*¿Hasta cuando Nicolino, abusarás de nuestra paciencia?
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[Nicolino]

Si el Borja aún tenía alguna esperanza de que el de la Barca se arrepintiese y pusiera sus cualidades al servicio de la Iglesia, esta se hizo añicos al estrellarse contra el sórdido muro de sus argumentos en defensa de la Reforma. ¿Por qué?¿Por qué le hacían aquello?. La Reforma seguía teniendo ante sus ojos alguna incongruencias, y estaba seguro de que muchos reformados se habían pensado dos veces eso de reconocer a Averroes como Profeta. Si hubieran decidido eliminar ese punto, seguramente la Reforma hubiera sido una causa al menos un poco más loable.

El Inquisidor negó con la cabeza, y suspiró, resignado. Aquel alma definitivamente no quería ser salvada. Se acercó a uno de los escribas, y le susurró, lo suficientemente alto como para que fuera audible por los demás: -Excomúlguese.

Sin embargo, su respuesta sería mayor que esa. Como si se subiera al púlpito, el Borja replicó:

-Asdrubal, realmente siento un enorme pesar al deciros que os habéis desviado del camino. La Iglesia Aristotélica, tiene los defectos que su propia Humanidad imprime en ella, pues está hecha por hombres y mujeres temporales y carnales. Si nos acusáis de corruptos, es porque la propia Humanidad lo es.

Y la Reforma no está libre de esa mancha. Habéis asesinado, quemado, profanado, y ocupáis los mismos cargos seculares que los sacerdotes, o aún posiciones más impuras.

Sin embargo, la Iglesia fue instituida por el mismísimo Christos. Negar a su Iglesia, es negar a este Profeta. La Reforma desvía la verdad, y la contamina al mezclarla con otros Dogmas. La Iglesia Aristotélica, sigue siendo la única portadora de luz, a pesar de sus defectos, que serán corregidos con el tiempo.

La decadencia cederá a una nueva era de poder basado en la autoridad espiritual, y la Iglesia renacerá. Y veréis que los esfuerzos más útiles, fueron los hechos desde su propio seno.

Y finalmente, añadió...

...siendo así, y sin arrepentimiento de vuestra parte, podéis ir en paz, pero os retiro la bendición, puesto que Dios, ya os ha abandonado.

Silencio. Y nuevamente su voz:

-Astaroth da Lúa, os convoco a comparecer ante este Tribunal.
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[Profeta_Dimirio]

De allí mirando el juicio en su asiento, con sus leales a cada lado, estaba tan dolido por las herejías acabadas de escuchar, sin embargo, cuando su padrino nombraba a Astaroth se decia a si mismo: Vaya vaya.. El rey de los reformados ha de caer donde no debía, he aquí que presentaré su falta de Aristotelismo de su parte confundiendo la verdadera doctrina, ya verá... y esperaba a que Astaroth pusiera su lugar en el juicio.
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Mesuës Dimitri Jamil Skënder Kusari.
Ti Shqipëri më jep nderë, më jep emrin Shqiptar

[Astaroth_14]

Astaroth no había dejado su sonrisa ni un instante. Esperaba que aquel juicio fuese recordado largos años.

Caos.

Su voz era ronca, socarrona. Despectiva. Se levantó, enarbolando como único escudo la sonrisa zorruna que le caracterizaba. Paseó una mirada de desprecio por los representantes de Roma antes de clavar su ojo sano en el Borja.

Caos. Descontrol. Alteración de las leyes de Dios y los hombres. ¿Es esto lo que Roma esgrime en Nuestra contra, Borja?-miró un instante a aquel sacerdote cuyo nombre desconocía. Por el acento, mediterráneo, seguramente valenciano-Cuando hablen vuestros superiores, haréis bien en cerrar la boca. No tenéis autoridad para hablar aquí, y vuestra mera presencia es muestra del nulo poder de Gandía en Roma. Calláos, escuchad y aprended de quienes son superiores a vos en todos los sentidos.

Si ante su pueblo Astaroth simulaba ignorar las diferencias de rango, aquel hombre no era su pueblo, y permitió que el verdadero Astaroth, el que ceñía la Corona y despreciaba a quienes carecían de rango, saliese a la luz. Se dirigió entonces al Inquisidor.

Al fin me tenéis frente a vos, Borja. Vuestro sueño hecho realidad. Tarde, mal y a rastras, como es costumbre en vos, pero aquí me tenéis.-ensanchó su sonrisa.-Vos diréis cómo deseáis proseguir esta farsa.
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"Un año va. Como me muera en comunión, pienso reencarnarme y quemar Roma, por inútiles."
Príncipe de Ast(inieblas)urias. Já. Ast. Y Rey de Galicia, Castilla, León y un largo etcétera, pero eso ya no tiene chiste.

[Nicolino]

-Tarde, mal y a rastras...

No eran palabras mordaces, ni novedad alguna en sí misma. Era el pecado original que se le atribuía a toda la administración romana. ¿Lo repetirían aún más?. Resultaba innegable el retraso del proceso, casi indignante para cualquier amante de la celeridad. Pero el Borja lo había asimilado...luchaba por cambiarlo, mas, ¿No funcionaba muchas veces, la administración regia, de tal modo?

El Borja, dio un paso hacia el acusado....su mirada, cargada de frialdad, intentaba silenciar la risa socarrona del da Lúa.

-Tarde. El tiempo, Astaroth, el tiempo...el tiempo ha pasado, pero no es tarde...

...Siete meses de espera, al menos. Yo estoy asignado a la causa desde hace mucho menos. Con un mes, me alcanzó para traer a Roma a todos vuestros correligionarios bautizados, y probar los cargos.

Dio un paso, y añadió, con cierto desdén, marcando el resentimiento que le causara la calificación de "farsa" a tal proceso. Una afrenta, por otra afrenta:

-Si me dábais un mes más, podría haber probado, incluso, vuestro adulterio. O los rumores que corrían por Donges. Nada escapa de la Inquisición...

Y él, en realidad, no sabía aquello. Era una acusación, que sólo podía haber lanzado en su propio territorio. Recordó apodos, y un futuro lejano. Recordó Justas castellanas, los años pasados...quizás si tuviera sustento teórico, el mismo, como para acusar de aquerrales o adoración de la Criatura Sin Nombre. Juzgaría, sin embargo, los efectos, por la reacción de la tribuna o del llamado a juicio.

-Pero no he deseado que nuestro trabajo, se contaminara con tales acusaciones...veniales.

Si estáis aquí, es por haber deshonrado a la Iglesia, que os ha protegido y acogido en su seno, desde muchos años atrás. Fuisteis diácono. Fuisteis Compañero de Aristóteles. Fuisteis testigo de muchas de las caídas de grandes santos de Roma, de la muerte de quienes construyeron nuestra Iglesia...y aún así, nos habéis traicionado.


Hizo una pausa, y lo observó. Intentó se comprendieran sus argumentos: La corrupción mentada, no estaba en la religión, sino en el hombre, preso del pecado, que se extendía indiferente de los Profetas a quienes rezaran.

-¿No veis, Astaroth, que aquellos crímenes que imputáis a la Iglesia, son los mismos que la Reforma?

Asdrubal ha sido encontrado culpable de homicidio. De matar por la Fe. Vuestra doctrina de las cruzadas. Los Leones de Judá, también hacen la Guerra Santa.

Avanzó. Era algo que quería decir desde hace tiempo.

-La impureza, el soborno, el entregarse a la carne...no creo, que vosotros, tampoco estéis más puros. Vosotros, y vuestro libertinaje, haría incluso que el más corrupto clérigo del siglo X se sonrojase.

Y de contaminarse la Fe del poder secular...vos sos Rey. No sois un asceta. ¡Pecáis de todas las mismas faltas que acusáis a la Iglesia!

Extendió su mano, en gesto acusativo, volteándose ante los presentes. Alzó la barbilla, su mirada, veía hacia abajo.

-¿Entendéis porqué, entonces, habéis sido llamado a comparecer ante este Santo Tribunal?
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[Astaroth_14]

El Borja empezaba a la defensiva. Eso le convenía sobremanera, y los zarpazos de zorro acorralado eran oportunidades, asideros.

Dudo que podáis probar que cometí adulterio, Borja, y mucho menos lo que pude hacer o dejar de hacer en Donges, dado que el feudo de mi esposa fue usurpado hace tiempo, y a seros sincero, aparte de como nexo, nunca lo utilicé, y mucho menos pisé. No obstante, me alegro de que seáis capaz de diferenciar entre la gravedad de los cargos y no enturbiar el caso con acusaciones tan básicas.-sonrió.-No es como si hubiese roto repetidamente un voto de castidad. De eso sabéis mucho, ¿verdad, maese inquisidor?

La pulla iba dirigida con toda la intención. Se había planteado utilizar aquello en el pasado para estorbar aún más el proceso, pero al final había decidido obviarlo. Nicolás, siempre lo había manifestado, hacía mas daño a Roma dentro que fuera, o eso creía firmemente Astaroth.

De todos modos, tarde mal y a rastras, insisto. Hace un año que la Colegiata cayó en nuestras manos. Tarde. Habéis excedido vuestras funciones como Inquisidor, al convocar a juicio a reformados no bautizados, algo que os avisé que puede suponer la suspensión de la autoridad de la Santa Inquisición en Castilla por incumplimiento del Concordato. Además, el Inquisidor es un hombre conocido por su animadversión hacia mi Casa, negándonos un juicio justo. Mal. Y todo, ¿para qué?¿Para probar que seguí una senda teológica heterodoxa? Mirad la firma de los manifiestos de la Reforma. ¿Qué teníais que probar?

Soltó una risa seca. Aquella situación era, cuanto menos, cómica.

Serví a Roma largos años, primero en Aragón y luego en Castilla. Me convertí en un teólogo respetado y hay pocas áreas que no tocase en algún momento. Fui misionero de la Compañía de Aristóteles, fui diplomático romano, capitán cruzado, heraldo romano, traductor de textos, arcedianop y miembro del Consejo Religioso. No soy un palurdo recién salido de su granja, maese Borja, soy un hombre de Dios, uno de los mejores teólogos de nuestra generación, y eso es algo que sabéis. No cimento mis disertaciones sobre aire, las baso en un conocimiento profundo de Roma, y la prueba es que ni un sólo teólogo romano fue capaz hasta la fecha de responder a la Reforma en el ámbito teológico. Vos mismo estáis aquí, juzgándonos, pero no habéis sido capaces de desmentir nuestras bases. Y esa, a la postre, es la diferencia entre nosotros y vosotros.

Los Leones de Judá, siempre los Leones. ¿Qué clase de investigación había hecho el de Gandía?

Demostráis, una vez más, vuestra ignorancia. La Reforma es un movimiento amplio con dos vertientes principales, la hugonote de Ginebra y la nobiliaria de Francia. Nosotros pertenecemos al segundo grupo y los Leones de Judá al primero. Yo nunca podría haber entrado en los Leones de Judá, Borja, porque era noble, y los Leones nos quieren muertos. No somos tan idiotas. Los Leones son algo necesario, que mantiene en guardia a Roma y os da algo en qué pensar, pero la Reforma no puede cimentarse en un grupo como ese. Eusaías lo supo y mantuvo a la nobleza de su parte, como hice yo.

Se frotó el parche, eligiendo las siguientes palabras.

Soy Rey, Nicolás, efectivamente, aunque olvidéis mi rango según os conviene. Y gracias debéis dar por ello, pues tuve que jurar un fuero que contiene mi deseo de quemar vuestros templos y perseguir a los indignos. No soy un asceta, y nunca pretendí serlo, razón por la que nunca tomé votos. Me gusta matar a mis enemigos, me gusta seguir mi camino y me gusta pasar la noche con una mujer, y nunca renuncié a esos placeres. ¿Y qué? Dios permite todas esas cosas a quienes no pronuncian votos, ¿en serio creéis que ese argumento es válido en forma alguna? Me decepcionáis.-suspiró.-Entiendo por qué fui llamado, maese Nicolás. Fui llamado porque Roma teme la verdad. Fui llamado porque no sois capaces de rebatir mis argumentos, porque sabéis que la verdad me respalda. Fui llamado porque no tenéis otro modo de confrontarme. Fui llamado porque mis palabras suponen vuestra ruína, porque quienes habéis medrado en el burdel tiberino tenéis miedo de perder vuestros privilegios. Por eso fui llamado.
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"Un año va. Como me muera en comunión, pienso reencarnarme y quemar Roma, por inútiles."
Príncipe de Ast(inieblas)urias. Já. Ast. Y Rey de Galicia, Castilla, León y un largo etcétera, pero eso ya no tiene chiste.

[Nicolino]

Lo anterior, no había sido ni un preludio al verdadero Auto de Fe contra el castellano. El da Lúa le invitaba, por medio de aquellas provocaciones y alusiones tendientes a invocar una teórica superioridad teológica. Nicolás comenzaría su argumentación con una exégesis clásica (y predecible, pero ortodoxa):

-No hay Verdad en la Reforma. No hay verdad en suponer, que Averroes es un Profeta: es un mero sincretismo, contaminante de la Fe. No hay verdad en negar que Christos mismo instituyó la Iglesia Aristotélica, en Nombre de Dios, sin desconocer que Christos sea Profeta. Aún apoyandoos en el Libro de las Virtudes, y utilizando el mismo texto, rechazáis parte de su contenido.

Porque Christos mismo ha dicho, con estas palabras:

"Titus, acércate, amigo mío. Titus, eres fuerte y vigoroso. Puedes ayudarme a llevar esta comunidad, serás mi colaborador. ¡Mira Titus, eres gigante y será con la ayuda de tu fuerza con lo que se edificará una Iglesia titánica!". Y añadió:

"No tengáis pena, porque vosotros seréis mis sucesores, vosotros difundiréis la buena noticia a todas las naciones ayudando a Titus para crear mi Iglesia. Así, os convierto en los guías de los fieles de Dios. Sed modelos para los que os escuchan, porque un mal guía traza un mal camino a los que le siguen. Os llamaré obispos. Vosotros llevaréis la carga de la Salvación de vuestros fieles."

...y el Inquisidor, proseguiría. Realmente tenía cierta curiosidad en la argumentación de la reformada en ese asunto. Solían invocar supuestas falsificaciones en los documentos...con un notorio retraso en su reclamo de más de mil años.

-Y Él, Dios Vivo, el Padre de la Humanidad, lo ha instituido por medio de un Profeta que reconocéis, tal como consta en textos antiguos, escritos por Samoht, en el año 87 tras la muerte de Christos. ¿Porque acaso, un monje herético como Fray Dolcino, hace sólo cien años, negara la veracidad de estos textos, estos pasarán a ser mentira?¡No! Sois vos quien incurre en error.

Ahora, sin embargo, entraría en juego su propio conocimiento de la historia, y su contacto con las amistades que había guardado entre la Iglesia francesa. El castellano había incurrido en un error al señalar a Eusaias como Reformado...que Nicolás le echaría en cara.


-Y en un error aún peor que el que incurren los cismáticos, que todavía respetan la sagrada institución de los Obispos, como guías de los fieles, y de Su Santidad el Papa, como sucesor de Christos, Vicario de Dios, y profeta viviente de nuestra Fe. El Cisma apela a fallas en la legitimidad del Pontífice, y declara a otro Para como legítimo. Eusaias, fue Cismático, y no Reformado, pues no creía en la abolición del clero.

Hacia la Iglesia Francesa, solo deseo la reconciliación tras la guerra, y muchos ya se han reconciliado con Roma.

¡Pero la Reforma es distinta, y aún más contaminante!¡Pues vosotros, en vuestro afán de eliminar por meras rivalidades políticas a la autoridad eclesiástica, negáis el clero!. ¡Y negáis su jerarquía, sin perjuicio de que la jerarquía nobiliaria, a la que apeláis, sea aún más arrogante, despótica, y sus castillos estén ornamentados con los símbolos del pecado, y entre sus muros, corra aún más sangre y lascivia que en los romanos!

El Borja, al contrario de lo que sucedía con gran parte del Derecho Canónico y el Dogma aristotélico, no podía recitar de memoria los versículos del Liber Leonis y el credo reformado. Sin embargo, había logrado conseguir un ejemplar del Index librorum prohibitorum, al cual podía acceder en calidad de Inquisidor. Alzando el texto con cierta repugnancia, continuó diciendo, antes de leer:

-Aún así, sumidos en la putrefacción de una Fe sin textos ni bases, osáis desafiar el Poder Romano. Muchos os quejasteis de las Cruzadas, y de las guerras santas desatadas por la Iglesia...¿Pero la Reforma, acaso, no es aún peor, justificando la locura del zelote, y su muerte?

Vuestros textos así lo consagran:

[Nicolino]

El Borja se quedó con la mirada fija en el semblante del Rey de Castilla. En algún momento, mientras esperaba unas palabras que nunca llegaron, su mirada se perdió por el fondo del salón, por algún punto recóndito, sobre veía, sin observar nada, como si se hallara en transe. Habría pasado tanto tiempo, que perdiera la noción de las horas, y quizás, ya de noche, sin que la Reforma se hubiera defendido, el Borja volvió a hablar:

-Antes de que nuestra vida mortal llegue a su fin, opto por dar terminado el juicio, ya que al parecer no hay ningún argumento más, dado que queda claro que la Iglesia Aristotélica es Portadora de Verdad, y la Reforma no puede rebatirnos.

Conclúyase pues, este Auto de Fe.

Y entregó las actas al escriba. Seguramente ese mismo día, la Curia dictaminaría al respecto.
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