L'Eglise Aristotelicienne Romaine The Roman and Aristotelic Church

[Chanok]

Tras llegar al altar y haberlo incensado solemnemente, el cardenal Sforza tomó asiento y se dirigió a los fieles con tono solemne:

"Nuestra ayuda está en el nombre del Señor".

"Quien hizo el Cielo y la Tierra"

"Hoy es el día de la santa ordenación, Chanok ¿Viniste delante del trono de Dios y ansías la ordenación como hombre de Dios?

Si Eminencia

Si es así, hijo mío, depende de ti expresar tu voluntad frente a la Santa Madre Iglesia, servidora de las santas Escrituras - el Dogma - Guardián de la única Verdad y frente a la comunidad de santos y creyentes de la iglesia del mundo aristotélico.

Así que te pregunto, Chanok que se acostó frente a mí vestido con su túnica de bautizo, para confiar su fortuna en las manos de Dios:

Cardenal Sforza: "Chanok, ¿viniste delante del trono de Dios y ansías la ordenación como hombre de Dios?"

Chanok: "Sí, Eminencia. Vengo ante el trono de Dios con un corazón humilde y dispuesto, anhelando recibir esta ordenación para servir a la Santa Iglesia Aristotélica y a nuestra comunidad."

Cardenal Sforza: "¿Está dispuesto a convertirse en sacerdote ordenado de la Iglesia aristotélica?"

Chanok: "Sí, estoy dispuesto. Acepto con alegría y responsabilidad el llamado a ser sacerdote, comprometido con la misión de guiar y servir a los fieles."

Cardenal Sforza: "¿Pretende usted, Chanok, cumplir su misión sacerdotal con misericordia y con sencillez de corazón para ayudar a su obispo y apoyar al pueblo aristotélico?"

Chanok: "Sí, Eminencia. Prometo cumplir mi misión con misericordia y sencillez, siempre dispuesto a ayudar a mi obispo y a brindar apoyo a cada miembro de nuestra comunidad. Que mis acciones reflejen el amor y la compasión de nuestro Señor."

[Francesco_maria]

Tras recibir las respuestas de Chanok, el cardenal Sforza se dirigió a Julián:

"Hoy es el día de la santa ordenación, Julian ¿Viniste delante del trono de Dios y ansías la ordenación como hombre de Dios?

Si es así, hijo mío, depende de ti expresar tu voluntad frente a la Santa Madre Iglesia, servidora de las santas Escrituras - el Dogma - Guardián de la única Verdad y frente a la comunidad de santos y creyentes de la iglesia del mundo aristotélico.

Así que te pregunto, Julian que se acostó frente a mí vestido con su túnica de bautizo, para confiar su fortuna en las manos de Dios:

- ¿Está dispuesto a convertirse en sacerdote ordenado de la Iglesia aristotélica?

- ¿Pretende ustedes, Julian , cumplir su misión sacerdotal con misericordia y con sencillez de corazón para ayudar a su obispo y apoyar al pueblo aristotélico?"
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[Julian1997]

El cardinal fijó su mirada sobre Julian, dando a Julian la impresión de ser observado por algo parecido a una criatura leonada. Julien intento de esconder su nervosidad, pero como ocultar ese sentimiento de ligera angustia cuando te mira alguien de cual emanaba un aura de poder y autoridad celestial? ¿Era eso un atisbo de la mirada de Dios?

Julian contesto al cardinal, esa emanación pura de la Voluntad del Dios Unica y Todo Poderoso.

- Estoy dispuesto a convertirme en sacerdote ordenado de nuestra amada madre, la Santa Iglesia aristotélica y cumplir mi misión sacerdotal con misericordia y con sencillez de corazón para apoyar a mi obispo con todas mis fuerzas y ser un apoyo para el pueblo aristotélico.
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[Gonzalo_valmont....]

Luego de escuchar a los futuros ordenados dando sus respuestas, era hora de la lectura, por lo que el Diácono se acercó al atril y buscando la lectura elegida para la ocasión. Comenzó:


In nomine Dei et duorum Prophetarum, Christos et Aristotelis. Amen.


Del Libro de las Virtudes, Libro II, Capítulo XI:

[mirina_]

Luego de la Lectura del Libro de las Virtudes Monseñor Mirina avanza hacia el frente para continuar con la ceremonia.

Ella toma una ampolla de cristal con aceite sagrado y lo vierte en el primero de los frascos que rodean a ambos fieles.

- El aceite es el éter físico que agudiza todos nuestros sentidos y forma parte del ciclo en todo momento. Al nacer, la partera nos limpia con aceites aromáticos, e incluso nuestro cadáver será lavado con aceites aromáticos antes de ser enterrado. Así, el aceite es un símbolo llameante de vida, y la llama da origen a la luz del mundo mismo.

Ella entonces encendió el aceite y, frente a la llama parpadeante, hace la primer pregunta:

Chanok, Julián, ¿Prometen no usar ninguna arma hecha para la guerra según el derecho canónico ante la llama del calor abrasador que se eleva hacia el cielo?

• los candidatos deben responder afirmativamente.

Untando sus dedos en aquel óleo especial, ungió las manos de Chanok y de Julián; de esta forma sus manos estaban consagradas por Dios y preparadas para administrar los sacramentos que les eran propios a los presbíteros.

Madre Mirina toma la piedra fundacional del altar y la acerca a una de las otras tinajas que rodean a los candidatos, antes de deslizarla dentro les dice a ambos:

- La piedra fundacional es la base de todo ser. Un símbolo de comunidad, porque solo la comunidad misma puede decidir qué se construye en su nombre.
- Una piedra fundacional da origen a una casa de campo, una casa de ciudad, un palacio o incluso una catedral. Todo lo que hacemos comienza con un primer paso: la piedra fundacional.

Dirigiéndose a ambos les hace la pregunta:

- Chanok, Julián,
Frente a la piedra cimentada, zócalo sobre el que se asienta la arquitectura de nuestra Santa Iglesia Aristotélica, ¿pretenden ofrecer vuestras vidas para seguir el camino y, como resultado, no formar una familia? ¿Prometen el celibato y la abdicación de la adopción?

o los candidatos deben responder afirmativamente

Mirina sonríe satisfecha y a continuación toma el incienso del altar y lo ilumina dentro del tercer frasco con un trozo de carbón encendido exclamando:

Chanok, Julián,
- Ante el aroma del incienso que disipa los malos olores, ¿prometen la triple obediencia desde lo más profundo de vuestro corazón y alma?
¿Prometen vivir en comunión con la obra de Cristo, así como en respeto y obediencia a la jerarquía de nuestra Santa Iglesia Aristotélica fundada por Cristo?

¿Prometen vivir en comunión con vuestros colegas, en respeto y obediencia a la fe y al dogma por el resto de sus vidas?

¿Prometen preservar y obedecer el Estatuto de Derecho Canónico de nuestra Santa Iglesia Aristotélica sin restricciones teóricas?

o Los candidatos deben responder afirmativamente.

Finalmente Monseñor Mirina toma el agua bendita del altar, lo que para ella era el más importante y poderoso de todos los elementos, y la vierte en la última tinaja

Chanok, Julián,
- Frente al agua, símbolo de pureza, ¿prometen compartir el estatuto de la ética aristotélica, que consiste principalmente en encontrar el punto medio entre la abstinencia y el exceso, desde lo más profundo de vuestro corazón y de sus almas, sin restricciones imaginarias? ¿Prometen, desde lo más profundo de vuestro corazón y de sus almas, sin restricciones imaginarias, negarse a caer en el pecado cultivando las virtudes y luchando contra el vicio? ¿Prometen ser modelo ideal, preferir los estudios a los bienes seculares, y dedicar vuestras fuerzas al servicio de la verdadera fe y la ortodoxia?

o Los candidatos deben responder afirmativamente.
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[Julian1997]

Después de la lectura, fue madre Mirina, arzobispo de Valencia, que avanzó frente a Julian y Chanok. Julian podía oler el olor del aceite que quemaba y que propagaba su aroma singular. Julian respondió a la primera pregunta.



- Prometo delante de la llama del calor abrasador que se eleva hacia el cielo de nunca usar armas hechas para la guerra.

Recibió después la unción sobre sus manos, otra vez difundiendo un olor a aceite. Después llegó el momento de jurar ante la piedra cimentada.



- Juro frente a la piedra cimentada de ofrecer mi vida para seguir el camino y de no formar una familia. Prometo el celibato y la abdicación de la adopción.

El olor del incienso se difundió después que madre Mirina lo iluminó. Fue un aroma muy fuerte y que daba ganas de toser, pero Julian se reprimió de toser y dijo.

- Prometo la triple obediencia desde lo más profundo de mi corazón y alma. Prometeo vivir en comunión con la obra de Cristo, así como en respeto y obediencia a la jerarquía de nuestra Santa Iglesia. Prometo vivir en comunión con mis colegas, en respeto y obediencia a la fe y al dogma por el resto de mi vida. Prometo preservar y obedecer el Estatuto de Derecho Canónico de la Santa Iglesia sin restricciones teóricas.

Después vino el elemento del agua, uno de los elementos más bonitos. Julian respondió.



- Prometo compartir el estatuto de la ética aristotélica desde lo más profundo de mi corazón y de mi alma, sin restricciones imaginarias. Prometo desde lo más profundo de mi corazón y de mi alma, sin restricciones imaginarias, negarme a caer en el pecado cultivando las virtudes y luchando contra el vicio. Prometo ser modelo ideal, preferir los estudios a los bienes seculares, y dedicar mis fuerzas al servicio de la verdadera fe y la ortodoxia.
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[Chanok]

Después de la intervención del Padre Gonzalo, fué la Arzobispo de Valencia, Madre Mirina quien se acercó ante Julian y Chanok.

Monseñor Mirina: "Chanok, ¿prometes no usar ninguna arma hecha para la guerra según el derecho canónico ante la llama del calor abrasador que se eleva hacia el cielo?"

Chanok : Sí, lo prometo.


Monseñor Mirina: "Frente a la piedra cimentada, zócalo sobre el que se asienta la arquitectura de nuestra Santa Iglesia Aristotélica, ¿pretenden ofrecer vuestras vidas para seguir el camino y, como resultado, no formar una familia? ¿Prometes el celibato y la abdicación de la adopción?"

Chanok : Sí, lo prometo.


Monseñor Mirina: "Ante el aroma del incienso que disipa los malos olores, ¿prometen la triple obediencia desde lo más profundo de vuestro corazón y alma? ¿Prometes vivir en comunión con la obra de Cristo, así como en respeto y obediencia a la jerarquía de nuestra Santa Iglesia Aristotélica fundada por Cristo? ¿Prometes vivir en comunión con vuestros colegas, en respeto y obediencia a la fe y al dogma por el resto de sus vidas? ¿Prometes preservar y obedecer el Estatuto de Derecho Canónico de nuestra Santa Iglesia Aristotélica sin restricciones teóricas?"

Chanok : Sí, lo prometo.


Monseñor Mirina: "Frente al agua, símbolo de pureza, ¿prometes compartir el estatuto de la ética aristotélica, que consiste principalmente en encontrar el punto medio entre la abstinencia y el exceso, desde lo más profundo de vuestro corazón y de sus almas, sin restricciones imaginarias? ¿Prometes, desde lo más profundo de vuestro corazón y de sus almas, sin restricciones imaginarias, negarse a caer en el pecado cultivando las virtudes y luchando contra el vicio? ¿Prometes ser modelo ideal, preferir los estudios a los bienes seculares, y dedicar vuestras fuerzas al servicio de la verdadera fe y la ortodoxia?"

Chanok y Julián: Sí, lo prometo.

[Francesco_maria]

Había llegado el momento más solemne y significativo del rito. Tras escuchar la lectura sagrada y los signos simbólicos de los elementos, el cardenal Sforza se preparó con la imposición de manos para transmitir el éter, la esencia fundamental que daba autenticidad al sacerdocio y a todos los ministerios y sacramentos de la Santa Iglesia.

Recordó su ordenación sacerdotal y todo lo que el Todopoderoso había hecho por su vida a lo largo de los años.

Los dos candidatos al sacerdocio se presentaron ante él, hicieron una reverencia, y luego el primero se acercó y se arrodilló. El cardenal Sforza hizo una pausa en oración silenciosa, luego elevó las manos al cielo y las colocó sobre la cabeza de Chanok, pronunciando la oración:

"Por la imposición de mis manos y del éter aristotélico, recibes la autoridad de tu sacerdocio y diriges a los creyentes aristotélicos después de que Christos y Aristóteles los apoyen para llegar al Paraíso Solar."

El ordenando se levantó e hizo una reverencia, y el segundo se adelantó y se arrodilló ante él. El cardenal Sforza guardó silencio un momento, luego alzó las manos al cielo y las colocó sobre la cabeza de Julián:

"Por la imposición de mis manos y del éter aristotélico, recibes la autoridad de tu sacerdocio y diriges a los creyentes aristotélicos después de que Christos y Aristóteles los apoyen para llegar al Paraíso Solar."

Al final de este momento solemne, mientras el coro entonaba un himno sagrado, los dos nuevos sacerdotes, asistidos por clérigos, se vistieron con sus vestiduras sacerdotales. El cardenal Sforza dijo entonces:

"Y ahora surgen Chanok y Julian - como ordenado sacerdotes de la Santa Iglesia Aristotelica romana!"
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[mirina_]

Mientras el himno sagrado se escuchaba por toda la Basílica con solemnidad y los clérigos vestían con los nuevos ropajes a nuestros nuevos sacerdotes, Monseñor Mirina se acercó en paso lento al Altar para continuar con la ceremonia.

Los murmullos de aprobación se iban escuchando por el recinto, ella observaba todo en silencio, sintiendo un nudo en su garganta, producto de la emoción al revivir en sus recuerdos aquella vez en que fue propia su ordenación.

Aclarándose la voz para que no se notara su nerviosismo, comenzó su sermón

- Hoy estamos reunidos todos aquí para celebrar un momento importante en la vida de la Iglesia y en la de estos dos fieles del Señor, Julián y Chanok, recibir el sagrado sacramento de la ordenación. La lectura que acabamos de oír nos permite conocer en profundidad el significado de vivir como sacerdote, lo que significa seguir a Cristo y a sus apóstoles, y la gran responsabilidad que cargan sobre sus hombros al llevar la Palabra de Dios al mundo. La iglesia necesita sacerdotes compasivos que apoyen a los ciudadanos, que debiliten con sus acciones de fe y compromiso visible la oscuridad del extravío, aun cuando sientan que no producen esa luz visible.

- El sacerdote no solo es mensajero de fe, sino también un maestro, confidente y amigo de los creyentes. Su tarea va más allá de las palabras; vive la Palabra y la difunde con sus acciones, paciencia y amor. Chanok y Julián, al recibir el sacerdocio hoy, se unen a la tradición de quienes vinieron a rescatar a los perdidos, a orar por ellos y a animar en todo tiempo y lugar a la comunidad de fe.

- Es imprescindible que sepan que no siempre será fácil; habrá momentos en que ellos tendrán que enfrentarse a debilidades humanas, momentos de duda y retroceso. Pero es ahí donde se manifiesta más sus tareas; Julián y Chanok: De la misma manera como los primeros apóstoles,deben permanecer siempre al lado de Christos y levantar una y otra vez los velos que cubren a las almas.
- Oremos todos juntos para que ellos dos siempre encuentren la fuerza y el coraje para ser como una lámpara, para todos los necesitados. Que estén dispuestos a traer esperanza en los momentos más oscuros e iluminar a las almas que Dios les confía.

Amén.

Recitemos ahora el Credo:

Creo en Dios, el Altísimo Todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.

AMÉN

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[Julian1997]

Julian, después de la imposición de las manos y el sermón, recita el Credo con el resto de la comunidad

Creo en Dios, el Altísimo Todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.

Amen

_________________

[Chanok]

Creo en Dios, el Altísimo Todopoderoso,
Creador del Cielo y de la Tierra,
de los Infiernos y del Paraíso,
Juez de nuestra alma en la hora de la muerte.

Y en Aristóteles, su profeta,
El hijo de Nicómaco y Faestis,
enviado para enseñar la sabiduría
y las leyes divinas del Universo a los hombres perdidos.

Creo también en Christos,
Nacido de María y Giosep.
Dedicó su vida para mostrarnos el camino del Paraíso.
Por ello después de haber sufrido con Ponce,
Murió como mártir para salvarnos.
Alcanzó el Sol donde lo esperaba Aristóteles a la derecha del Altísimo.

Creo en la Acción Divina,
En la Santa Iglesia Aristotélica Romana, Única e Indivisible;
En la comunión de los Santos;
En el perdón de los pecados
Y en la Vida Eterna.

AMÉN

[mirina_]

Llegó el momento de concluir el servicio, y lo hizo compartiendo el pan



Uno de los ayudantes le trajo el copón, ella lo abrió y partiendo el pan en pequeños trozos oró:

«Señor,
Te damos gracias por este pan, signo de vida y comunión entre nosotros.
Al compartir este pan, permítenos también compartir tu gracia y bondad unos con otros.
Llénanos de tu Espíritu, para que vivamos en unidad y paz,
y que esta comida nos fortalezca para llevar tu amor al mundo».

Amén.


Luego distribuyó el pan, dando un trozo a Julián y Chanok, y a continuación a todos los presentes, antes de tomar un trozo ella misma.

Al finalizar el rito de la comunión, el ayudante colocó cuidadosamente las migas y los trozos de pan sobrantes dentro del copón. Inmediatamente llevó el copón al sagrario y cerró la puerta.

Monseñor Mirina se hizo a un costado dándole lugar en el Altar al Cardenal haciendo una profunda reverencia.
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[Francesco_maria]

Después, todos se pusieron de pie. El celebrante, flanqueado por los nuevos sacerdotes, dijo:

"Que la paz del Señor esté siempre con ustedes".

Luego, invocó la bendición sobre los nuevos sacerdotes y todos los presentes:

"Que la bendición de Dios Todopoderoso, de Aristóteles y de Cristo descienda sobre ustedes; y que sean bendecidos en el orden sacerdotal".

Concluido el rito, mientras el coro entonaba un solemne himno sagrado, el Cardenal abrazó a los nuevos sacerdotes.
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[Chanok]

Con un corazón lleno de humildad y gratitud, agradezco profundamente a todos por acompañarme en este momento tan significativo. Hoy, al recibir el sagrado sacramento de la ordenación, soy consciente del gran compromiso que asumo, y me siento inmensamente bendecido por la oportunidad de servir al Altísimo y a nuestra comunidad.

Las sabias palabras de Su Excelencia Madre Mirina, me han tocado profundamente. Sabemos que ser sacerdotes no es solo predicar la fe, sino vivirla en cada acción, en cada momento. Al igual que los apóstoles, enfrentaremos desafíos, pero siempre al lado de Christos. Me comprometo a ser una lámpara de fe, esperanza y compasión para todos aquellos que necesiten guía.

Gracias a Su Eminencia, el Cardenal Francesco María Sforza, por su apoyo y liderazgo espiritual. Que, con la gracia del Altísimo, podamos juntos fortalecer nuestra Iglesia y llevar la luz de la fe a todos los rincones.

Amén.